Librería Catedral

Este tipo de librerías las suelo utilizar para cuando los maestros dejan algunas lecturas sobre temas católicos, a mi ya no me pasaba porque ya hace tiempo que terminé la escuela jaja. Pero la semana pasada mi hermano estaba buscando un libro (el cual aquí no encontramos). Pero a pesar de no haberlo encontrado quise Unilocalear este lugar porque muy seguido no sabemos o los papás no saben a dónde acudir en busca de estos libros de tarea.
Esta es muy buena opción para encontrar estos libros, de pasada el día que fui vi el libro de El Cielo Si Existe, no sé si vieron la película, se los recomiendo estaba la edición que es para niños y me pareció súper bonito. Buena recomendación para los padres de familia, o tíos, etc.

Esta librería está a unos cuantos pasos de la Catedral de León, antes de llegar a Plaza Fundadores. La verdad es que de principio no dan ganas de entrar, no sé da la impresión de que sólo venden libros católicos o algo así. Digo, la fachada y el nombre no ayudan mucho.
Entré porque he andado buscando un libro viejo que ya casi nadie tiene. Entonces pensé «Igual y lo tienen». Comencé a recorrer la librería y vi que tenían libros de todo tipo, algunos son nuevos y otros usados.
Pregunté por el libro que buscaba y para mi sorpresa me dijeron que lo tenían usado pero justo dos días atrás lo habían vendido. La verdad me dio coraje otra vez no poder tenerlo pero bueno.
Hay libros muy interesantes y a muy buenos precios. Vale la pena darte la vuelta por aquí si eres amante de la literatura.

Cuando mi maestro de literatura nos dijo que fuéramos a esta librería a comprar algún libro que nos recomendaran para la clase creí que ya estaba volviéndose católico, ya que bueno el decía que no creía en dios y al mencionar esta librería pues yo supuse que solo eran libros de religión. Cuando se lo cuestiones me dijo que me diera una vuelta y después platicábamos sobre la librería.
Llegue al lugar y al entrar me atendió una señora mayor amable, me pregunto qué era lo que buscaba y le mencione que primero iba a dar un vistazo. Me puse a checar el lugar y pues que sorpresa me lleve al ver que no solo eran libros religiosos, sino de cultura, infantiles, clásicos y lo que me pudo encantar de este lugar es que había libros viejos, para mí los libros viejos son los mejores y pues aquí hay muchos que además son muy economías, esta pequeña librería te ofrece una amplia gama de libros muy buenos, además venden otros artículos religiosos y calendarios.

La ultima vez que vine a León traje mis maletas tan llenas que ya no me cupieron los libros y es que cada vez que viajo me gusta llevarme por lo menos uno. En esta ocasión no me fue posible traer uno impreso pero afortunadamente traje en mi celular la app de la Biblia. Caminando en las calles principales del centro me encontré con esta librería que me llamó mucho la atención por su nombre y quise entra para ver que tipo de libros vendían.
Como me lo suponía, la mayoría de los libros son religiosos, pero también puedes encontrar aquellos libros infantiles, viejos manuales, recetarios e incluso material didáctico. Yo andaba buscando un libro más comercial que aquí no estaba.

A lo mejor si no sabes muy bien que venden en esta librería no te darían ganas de entrar a la primera impresión, porque parece de aquellas en las que solo venden libros de religión, pero para mi sorpresa no es así. Me decidí a entrar, es un lugar pequeño pero con todo lo necesario y pude ver que además de libros religiosos, tienen mucha variedad en libros: infantiles, guías, manuales, algunos clásicos de ediciones muy económicas y también hay libros de viejo.
Venden calendarios, imágenes religiosas y postales. Se ve que en un inicio solo vendían libros de religión, pero supongo que entendieron que tenían que diversificarse, al parecer lo que más venden son libros infantiles porque son de los que hay más exhibidos, pude hojear algunos y son de muy buena calidad y a precios bajos. Las personas que atienden son muy amables y no dudaron en decirnos la información de su establecimiento y los libros que vendían sin preguntarles y nos regalaron un separador padrísimo con los diez mandamientos de la memoria.