Conocí esta tienda cuando trabajaba cerca de ahí, ya tiene varios años y cada fin de año aprovechaba las ofertas, me surtía de ropa padrísima y me duraba mucho tiempo. Siempre se ha distinguido de otras boutiques por ofrecer ropa de muy buena calidad, con diseños muy juveniles y modernos, también porque sus tallas no se limitan a las pequeñas o reducidas. Siempre encuentras ofertas y promociones muy buenas, una vez salí de ahí con dos blusas, un suéter y dos pantalones por menos de $ 600. Las chicas que trabajan ahí son súper movidas y si tú no encuentras una talla o algún modelo, rápido te la consiguen o te dicen si se agotaron, siempre las ves acomodando ropa o atendiendo gente. En cada temporada de rebajas, puedes ver cómo se hacen filas y filas para pagar, para pasar a los probadores y hasta me ha tocado ver que las chicas se pelean alguna pieza, porque todo vuela; comienza la jornada laboral con la tienda muy ordenadita y bien surtida y al momento del cierre, se ve pelona y parece que pasó un huracán.