Lo reseño, porque fue mi primera vez en esta cadena de cafés en León. Tengo problemas de columna y después de un rato caminando, me canso. Andaba de compras con mi enana en Plaza Mayor y nos dio sed. El único lugar con mesas disponibles, ese domingo, era Starbucks. Nos quisimos resistir y no entrar, pero no encontramos otro lugar que tuviera cómodos sillones e internet. Yo pedí un express y Moni un té helado de menta. ¡Le encanta la menta! El servicio es letón, pero se entendía por la cantidad de gente. Aparte de que eso de que la cafetería tenga su propio lenguaje, complica un mucho las cosas.