Bar La Carlota

Amantes del folclor y el cantinismo éste es un lugar que deben visitar, sí porque sí, no porque sea el mejor lugar del mundo mundial o porque tiene la mejor botana, ¡no! sino porque es bastante económico. La verdad es que el ambiente está de más, siempre se busca un pretexto para convivir.
El lugar está completamente cerrado, es una cantina medio fresa (la verdad es que no), tiene clima y con poca luz, la rockola siempre está a todo volumen, es casi imposible platicar, es de esos lugares en donde esperas al cambio de canción para que puedas conversar, así de fuerte, pero bueno, se conversa a duras penas. La botana está bien, nada extraordinario, botana común y corriente y algunos antojitos mexicanos, ¡ña! Las meseras son chicas bien buena onda.
Lo realmente importante es el precio de las cervezas, $ 100.00 por un cubetazo de cinco chelas ¡100.00 hazme el favor! y así está todo el menú, bien barato todo, para mí, sólo por eso vale la pena, a fin de cuentas es parte del montón.
Es bien peligroso, porque una vez que te piques puedes seguirle y seguirle y seguirle hasta dios sabe qué hora y en qué condiciones te encuentres, así que ¡aguas!

Una tarde de sábado improvisé con unos amigos un tour cantinero dispuestos a recorrer la ciudad con el suficiente presupuesto para probar todo lo que «los bajos mundos» tienen para ofrecer.
Fue así como caímos en La Carlota. Por fuera no tiene nada de extraordinario, pero por dentro es otro mundo. No es precisamente un bar fichero, pero es atendido en su mayoría por mujeres, con las que puedes cotorrear si las agarras de buen humor.
El lugar es completamente cerrado, con aire acondicionado, pantallas y una rockola estruendosa, por lo que tal vez sea un poco incómodo platicar.
Pero a qué vas a una cantina más que a beber. Así que puedes pedir un cubetazo con cinco cervezas por el módico precio de $ 100 pesos, y comer algún antojito regional.

Este mundo de las cantinas siempre es un gran espectáculo, que creo personalmente, que debería todo el mundo vivir esta exótica la experiencia.
La ciudad de Mérida nos deleita con este maravilloso mundo cantinesco, hay de todos los tipos y colores, desde los más hipster a los más warrior. Uno de los días que anduve por la ciudad, hice una parada en una cantina que se encuentra a pocas cuadras del paseo Montejo, se llama Bar Carlota. Al entrar respiras el olor a cantina, es decir a cerveza mezclado a comida, sé que te estas imaginando algo no muy lindo pero esta bastante entretenido. Ente las mesas veras un grupo de hombres en una esquina, una pareja en la otra, deleitandose con la música de una rocola. Al sentarte no vas a poder creer lo que pasará, una cubeta de cinco cervezas te enamorá ya que están a sólo $ 100 M. N, acompañado de un montón de botana para todod los gustos ya que, incluyen una gran variedad de opciones vegetarianas, la mejor de todas, es el chayote empanizado y si la porción te queda en un diente te puedes repetir las veces que quieras.
Bar Carlota es una buena opción para ir a tomar cerveza y comer con muy poco dinero.

Tengo un gran amigo tocayo recien graduado de la carrera de medicina de la Uady que es bien cantinero y amante de los botaneros, el es el culpable de conocer uno que otro bar-​cantina de la gran cantidad de estos que existen en la ciudad.
Hace poco andabamos por el centro en casa de un amigo y justo nos ibamos a preparar para lanzarnos al carnaval cuando mi tocayo nos dijo que deberiamos a ir a la pre por botanas y a tomar dos como la gente para llegar al carnaval ya con motores calientes. Dicho y hecho, la Carlota nos engatuzó con su buen servicio por parte de bellas edecanes meseras bastante amables y atentas. Las botanas no son como que de lo mejor pero eso si, los kibis, la ensaladita yucateca y el siki pak son lo mejor que probamos ahi, y nos dimos unas santa enchilada estrategicamente bien marcada para pedir nuestro tercer ronda de cheves. Lugar bastante agradable pero mas recomendado para ir con puro amigo hombre.

Bar La Carlota… es el folclor hecho cantina. Lo mejor de lo mejor es el precio, un cubetazo por $ 100, así que a $ 20 varitos la chela helada, también tienen promos buenas, tipo tequilas 2×1 por $ 60, aquí tu bolsillo no sufrirá.
Y ahora si, la parte más entretenida, ¡EL FOLCLOR! Para contextualizar… vinieron mis papás de vacaciones, entonces les dije que las cantinas de Mérida son toda una tradición. Pues ellos quería ir temprano a conocer el centro y que me hablan que estaban en La Carlota, que alguien en la calle se los había recomendado y los llevó, pues que me lanzo a buscarlos.
La cantina está súper rascuacha y casi casi que es para puros hombres, pero ya estábamos allí, ni modo que nos sacaran. Amenizan con rocola, mucha música de banda y fuertaza y lo mejor, la botana, te llevan chayotitos capeados con quesito, guacamolito, frijolitos, kibis, y el mayor descubrimiento, el sikil pak, que es un platillo prehispánico, una pastita espesa de color rosita-​café hecha de jitomate, chile habanero y pepita de calabaza, ¡es delicioso!
Mucho folclor, mucho raspa y aunque no sea siquiera el tipo de música que nos gusta, ¡la pasamos padrísimo!

Amantes del folclor y el cantinismo si tu chava es de las que te pegan y te tienen bien cortito, está es una de las cantinas que no debes pisar, porque si lo haces joven amigo, que dios se apiade de tu alma.
Es una cantina grande, cómoda, con pantallas, full bar, chicas en barra y meseras ²⁄₂ BUM lo dije, así es chicas ²⁄₂ ¿Qué significa esto? Sencillo padawans yo les explico, son esas chicas que no están súper increíbles pero tampoco son las gorditas de las cantinas de siempre y están lo suficientemente normalitas para que tu chava se ponga celosa.
Precios normales, envidiable ubicación y meseras no tan gorditas es lo que la Carlota tiene para ofrecer, si pasas por ahí, entra y tomate 2 que no pasa nada, la vida es una y a parte en Mérida hace mucha calor, ya tienes ahí dos razones.