Yo no soy mucho de tomar clases de baile, porque siempre tengo el temor de que la gente a mi alrededor esté viendo cómo hago el ridículo y lo mal que me salen los pasos, pero el gimnasio Classense tiene la peculiaridad de que uno pasa desapercibido entre tanta gente que toma las clases. Es muy divertido asistir a este gimnasio, ya que cada hora hay clases de diversas disciplinas: taebo, salsa, merengue, aeróbics, circuitos, entre muchas otras. Los sábados son por ley de yoga y pilates, y también hay clases para niños y clases en pareja. Las clases tienen diferentes niveles de dificultad, y estos son anunciados en el horario que se renueva mensualmente, de modo que puedes decidir a cuáles clases sí le entras y de cuáles prescindes. Si eres de las personas que siempre va a la misma hora a hacer ejercicio, aquí tienes la fortuna de que siempre estarás practicando una disciplina diferente y ejercitando diversas partes de tu cuerpo. La mensualidad no es muy cara, ronda los 500 pesos, dependiendo de cómo armes tu paquete, pues déjame decirte que, además de clases de baile, tienen un spa y dan masajes corporales, faciales y servicios similares para consentirte.
