El Guardián de los sueños

Amo esta pequeña tienda de artesanías sobre la calle 60, porque siempre me ha sacado de apuros cuando quiero encontrar un regalito especial para mis hermanas o amigas. Y más cariño le guardo porque es el sueño realizado de una persona con la mejor vibra que conozco: Juanito, un joyero que cada vez que lo visito me transmite una sensación de optimismo y buena onda que me dura todo el día.
Las creaciones de Juan y de todos los artesanos que armaron esta tienda son encantadoras. Le he comprado mis aretes y dijes más queridos y cuidados, hechos con plata y con piedras semi preciosas con diseños únicos y super bonitos. Pero lo que más me gusta de su trabajo, es que siempre tiene una historia detrás. Desde el primer dije de jade que compré, Juan sabía exactamente de dónde había salido la piedra, cómo se le ocurrió el diseño y si tiene algún significado para las culturas que la han trabajado a lo largo de la historia.

Siempre nos fijamos de los lugares reconocidos que normalmente tienen grandes tiendas y grandes clientes.
Pues ayer, mientras caminaba por el centro de la ciudad, me topé con una tienda, mas bien tienditas, super pequeña que parecía estar cerrada, pero creo que mi insistencia hizo que los dueños de los vecinos locales le avisaran al dueño que tenía un cliente en espera. Era chavo quién abrió abrió el pequeño negocio y amablemente me invitó a entrar, y es que yo me detuve porque vi un además que me llamo atención el nombre del lugarcito, vi un collar muy bonito que me gustó. Este chavo me explicó que eran cinco de ellos los que trabajaban diferentes materiales, cada quién dedicándose a uno en específico, como el hueso, piedras naturales, chaquiras, piel y metales. Siempre es muy bonito encontrarte locales pequeños con buena calidad en sus productos y estas personas lo tienen, los diseños que manejan son muy bonitos y varían desde anillos, collares, pulseras, bolsas y hasta expansores de obsidiana. Vale la pena darse la vuelta en esta pequeña tienda, donde apenas caben dos personas jaja, pero creo que eso también le da un toque misterioso e interesante al lugar. Y justo a un lado está el taller donde manejan estos materiales.