Ermita De Santa Isabel

De mis lugares favoritos en fines de semana cuando ando en mi bici por la ciudad, especificamente en la biciruta en domingo por la mañana. Y es que el colorido de este lugar es de lo mas bonito y acogedor. He de admitir que uno que otro día me he dado mis breaks en el parquecito en alguna sombrita bajo de un árbol para tomar agua y sentarme un ratito a leer alguno de los libros que siempre traigo en mi messenger bag.
Las calles empedradas, las casas a su alrededor, los comercios y la calidez de la gente hace de este lugar uno de los mas visitados por muchos viajeros amantes de lo colonial. Este rincón de Mérida no lo combiaría por nada y lo recomiendo para pasar un rato en su kioskito, visitar la iglesia o simplemente echar una platicada con los amigos en las bancas del parque.

Te transporta mil años atrás.La luz, la gente, los niños jugando, los señores «tomando el fresco», la iglesia en medio de todo brillante con su fachada amarilla.
Todo el entorno es así, las casitas antíguas, las tienditas con precios bajos, y loncherías por aquí y por allá para cenar o llevar cena a la casa.
El lugar en sí, te atrapa y te darán ganas de quedarte atrapado un rato y es que es como un mundo aparte, como si por un momento el tiempo se fuera para atrás y despues se congelara. ¡Tienes que vivirlo!
Recomendaría ir en las noches, la experiencia se vive más romanticona y también más «mística» está síper iluminado así que a pesar de que te sentiras lejos de todo, al mismo tiempo hay un aire de pueblito seguro que te hará caminar sin preocupaciones.
Saca un plan con tu amig@, novi@ o familia, vayan a la ermita, paseen por el parque, compren una marquesita o algo así y cuando ya les entre dura el hambre, caminen por sus callecitas empedradas hacia donde veas una esquina muy iluminada, ahí estarán los puestos de comida ¡riquísimo! y muy yucatecos.

Es de los rincones más bonitos y olvidados del centro de Mérida. Es encantador de verdad (incluso desde antes de que el ayuntamiento lo remozara y pusieran ese kiosquito tan chistoso).
Cuando pienso en el parque de la Ermita, pienso en esa vibrita como de Guanajuato, en calles empedradas, recovecos coloridos, en que quiero ya poder lograr ir a las clases de lengua maya y en que ya estoy a medio camino de la casa de mi mejor amiga: P
El parque tiene sus arriatitos y andadores, recientemente con el proyecto de remozamiento, le añadieron el kiosquito al que incluso pueden acceder personas que utilicen silla de ruedas, la iluminación es excelente y hay internet gratuito. También hay contactos y mobiliario urbano.
La forma ideal de visitar este parque tan encantador sería un domingo, como parte de tu recorrido en la Biciruta, pues cierran el paso a los coches incluso hasta este punto y en bicicleta o incluso a pie, puedes llegar, disfrutar un helado, marquesita y de este bello espacio.

Este parque me gusta porque parece que el tiempo no pasa aquí. Cuando vas caminando te topas con casonas muy antiguas, algunas todavía están en buenas condicione y hay otras que no. Me gusta porque los pisos son hermosos, son como ladrillo y justo en medio hay un quiosco que le da un toque muy especial y particular.
A un lado está un jardín botánico y la iglesia que le da nombre a este parque, hasta ahorita no se me ha hecho visitar el jardín botánico, cada vez que voy esta cerrado. Además de estos atractivos cuenta con wi-​fi gratuito. Así que si necesitas utilizar internet esta es una buena opción, solo que te tocará caminar muchas calles o llevar un camión.
Lo único malo es que está muy lejano al zócalo de la ciudad, por todo los demás es un parque de mis favoritos.

Este parque lo conozco desde que era niña. Déjenme decirles que el quiosco que estaba antes al centro era mucho más bello que el que está ahora, pero bueeeeno, por un rollo de accesibilidad, está bien que lo hayan modificado.
Las tardes en este parque suelen ser muy activas, ya que existe la posibilidad de conectarse a internet gratuitamente. Hoy en día verás a muchos jóvenes sentados en las típicas bancas de madera con la computadora en el regazo, aprovechando la conexión, ya sea para chatear, navegar o hacer tareas. Sea como sea, la digitalización de los parques ha dado nueva vida a muchos de éstos, entre los cuales se encuentra el de la Ermita.
Otros usuarios comunes de este parque son los niños, ya que existen un par de áreas de juegos infantiles, ambas con pasto sintético y estos armatostes plásticos que tienen de todo para entretener a tu niño.
Además de ello, no podemos dejar de mencionar a los señores que venden marquesitas, churros, papas y demás chucherías clásicas de un parque yucateco.
Por lo que se puede ver, el parque de la Ermita está completamente armado y listo para recibirte una tarde, ya seas niño, joven o adulto, este parque tendrá alguna actividad para ti.

Ubicado a unas cuadras del centro histórico el parque de la Ermita de encuentra en el barrio de San Juan, a pesar de no ser de gran dimensión es un parque hermoso.
En el centro del parque hay un kiosko, donde algunas personas van a ensayar alguna coreografía para alguna ocasión en particular, o grupos de jóvenes se sientan a realizar sus tareas en equipo ahí mismo, por lo cual es raro encontrarlo vacío.
Desafortunadamente en un tiempo de volvió muy comercial y era visitado por muchos turistas, pues el parque y sus alrededores eran usados para grabar una telenovela por lo cual estuvo perdiendo su encanto y tranquilidad, para la fortuna de los que nos gusta acudir a relajarnos ahí esto ya no es frecuente.
El parque cuenta con internet gratuito por lo que en caso de tener que realizar una tarea y no cuentes con este servicio en casa, se vuelve una de las mejores opciones para ir, pues es muy seguro ya que constantemente está vigilado por la policía, así que puedes ir con tranquilidad.
Cerca de ahí se encuentra un instituto donde dan clases de Lengua Maya a un costo bajo, así que sí quieres aprender esta hermosa lengua es de tus mejores opciones.

En el Barrio de San Juan se encuentra el Parque de la Ermita de Santa Isabel situada frente a la capilla del mismo nombre, es un lugar pequeño y tranquilo al que puedes acudir a desestresarte un rato, el ambiente es ideal para sentarte a reflexionar o platicar, o si tienes alguna tarea o trabajo pendiente hay acceso a internet completamente libre. Es preciso recalcar que el bullicio no parece ser parte de este parque, al menos cuando lo visité todo era serenidad.
Cuando estuve ahí yo no tenía idea que el lugar había sido escogido para grabar una telenovela, me enteré hasta que de regreso a casa me lo comentó un amigo, y confirmado después por las reseñas de mis compañeros, uno lo entiende después de ver la preciosa vista con todo y su quiosquito, definitivamente es un lugar que se tiene que visitar tanto por su historia como por su atractivo visual.

En algún momento de mi vida, mientras disponía aún de mis tardes libres me inscribí a clases de maya en la academia municipal que se ubica en este parque. Fuimos en grupo: mi hermano, mi prima, mi pareja, una amiga y yo, era un clásico salir de clase, pasar por un helado en la esquina e irnos a hacer nada a las bancas del parque o estar un rato en el Kiosco, cual chamacos que salían a jugar.
El ambiente completamente familiar, y como el parque estaba recién remodelado pues los juegos infantiles eran la sensación del momento. También era común ver a varios adolescentes en busca de la señal del internet público aprovechando el rato para estar en las redes sociales, o bueno, uno que otro haciendo la tarea.
Incluso en ocasiones en el kiosco se reunía un grupo de jóvenes que practicaban break dance, así que teníamos espectáculo gratis.

Si decidiera cambiar de dirección, me encantaría vivir frente al parque de la Ermita de San Juan. Es mi parque preferido, en como un mini pueblito atrapado en la ciudad. En las mañanas puedes escuchar las campanadas de le ermita y los pisadas de los caballos con sus calandrias.
La famosa ermita fue reconstruida por ahí del año de 1796 por Juan Esteban Quijano, quien fuera implicado junto con su hermano el cura Tadeo, del asesinato del gobernador Lucas de Gálvez, y posteriormente absueltos por falta de pruebas. Que tal!
Bueno, independientemente de estas anécdotas un poco sombrías y continuando con el recorrido, les recomiendo que visiten también el jardín botánico, para desesterarse un poco del estrés citadino.
Otra cosa padre, es que encuentras muy cerca desayunos, pizzas, abarrotes y lo más importante: internet en la paz y tranquilidad de una banca del parque.

Parque de la Ermita
Ubicado en el centro de la ciudad de Mérida, el parque de la Ermita es uno de los lugares más tranquilos que posee la ciudad. Es bonito de recorrer y los edificios aledaños son interesantes de mirar. Es un buen punto de reunión para aquellos que deseen conocer más sobre los barrios de Yucatán.
La Ermita no es tan grande y escasea en árboles, y por consiguiente sombra, sobre todo en comparación con otros parques de los demás barrios del centro. Sin embargo, a mi parecer posee la mejor locación ya que las calles de baja velocidad y la distribución de estas, hacen que el ruido del tráfico se disminuya a unos cuando camiones mal afinados.
Casi en el centro del parque existe una cúpula para reuniones o ensayos de lo que se disponga, las bancas (en su mayoría expuestas al sol por la falta de sombra) son bastantes y la iglesia aledaña es un buen punto para conocer al menos una vez. Venir aquí de vez en cuando es una buena manera de pasear por el centro de la ciudad.

A la Ermita de Santa Isabel se le llamó así, en honor a la madre de San Juan Bautista, no se sabe cuándo exactamente se edificó pero si quién la construyó, Gaspar González de Ledezma en el s. XVII para ganarse la entrada al cielo.
Tiene unos datos muy bonitos, como por ejemplo, que se le llamaba la Ermita de Nuestra Señora del Buen Viaje porque su ubicación, ya que se encuentra en la salida camino a Campeche y las diligencias se detenían allí a rezar, encomendarse a la virgencita y pedir por un buen viaje, a poner en buenas manos el destino de la travesía.
Tiene un quiosquito hermoso, sillitas dobles perfecta para ir con el enamorado/​a y encantarse la pupila con tan bonito espectáculo. No se te olvide pasar a visitar el jardín botánico, ¡es hermoso!, también tiene una cascada que aunque es artificial, vale la pena conocer.

Según mis fuentes, la ermita de Santa Isabel se ubica en el barrio de San Sebastián, unas pocas calles al sur del arco de San Juan y al oriente del parque de San Sebastián, la fiesta patronal por santa Isabel es una de las más alegres y divertidas del rumbo, misma que se lleva a cabo cada año a partir del 25 de Mayo.
La capilla pertenece a la parroquia de San José de la Montaña que a su vez corresponde al decanato 01, y no crean que sé todo esto porque soy muy fan de ir a la iglesia, si no porque aquí es el lugar que mi ahora esposa y yo elegimos para ser el recinto donde celebraríamos el día más feliz de mi nuestra vida reciente… ya se imaginarán entonces lo mucho que ambos sabemos de aquí y lo especial que es para nosotros.
Como bien se menciona en otra reseña, en el anexo del templo hay un bello jardín botánico con ejemplares representativos de la región como Plumeria rubra que en español es la flor de mayo y en maya «Sac nicté». Desde el jardín se puede llegar al atrio a través de una rampa de madera que la verdad ya se siente algo deteriorada.
A un costado de la capilla se encuentra un pequeño pero pintoresco parque en cuyo centro se alza el kiosco que le imprime mucha vida y color al lugar, vale la pena detenerse una tarde por aquí, sentarse en una de las bancas y disfrutar de lo apacible que es este lugar.

Si estas de visita por Mérida o simplemente quieres pasar un rato agradable y tranquilo te recomiendo que visites el Parque de la Ermita de Santa Isabel, el cual a mi parecer es visualmente atractivo y apto para toda la familia.
Algo que me llama mucho la atención de este parque es que en determinadas fechas festivas es adornado con la temática que corresponda, sobre todo en los meses de octubre y noviembre, cuando se celebra el tradicional «Paseo de las Ánimas» donde se realiza una muestra de altares y se presentan funciones teatrales y musicales. Y debo confesar que es de mis eventos favoritos ya que disfruto muchísimo la época de difuntos.
Y para todos los amantes del Internet no se preocupen que el parque está en el programa de parques en línea así que pueden ir a realizar trabajos de la escuela o solo a pasar el rato; y de paso pueden cruzar por unas pizzas a la pizzeria y taqueria la Ermita, pero de eso te explico en otra reseña.

Que quede bien claro: no existe «el pueblo de la Ermita», como cierta telenovela hizo creer a todos sus televidentes. La Ermita de Santa Isabel es una iglesia que se encuentra en el barrio de Santiago, aquí en el centro histórico de Mérida. Se hizo muy famosa por la mentada novela, pero ya antes de eso destacaba por su belleza arquitectónica, tanto de la iglesia, como de las casas del rumbo, la mayoría muy bien conservadas.
Éste era el inicio del camino real que conectaba Mérida con la ciudad de Campeche. Ignoro si en ese entonces ya existíà la tirria entre meridanos y campechanos, pero lo cierto es que gracias a ese camino, estaban todos muy bien conectados, y ya sea que llegaras a Mérida, o salieras rumbo a Campeche, lo tradicional era pedir la bendición de Santa Isabel en esta iglesia.
Al interior de la ermita puedes encontrar un jardín botánico con árboles preciosos y bancas para poder sentarte a contemplar la belleza de los mismos. Vale la pena dar una pequeña caminata y leer la información que se encuentra en las fichas de las plantas.
En días de Hanal Pixán, se organiza aquí una muestra de altares. Los vecinos, centros culturales y dependencias del Ayuntamiento de Mérida se esfuerzan en montar sus altares con el más estricto apego a la tradición yucateca y a un costado ponen una tarima donde se presentan jaranas, grupos musicales y seguramente Las Maya Internacional nos deleitarán a todos con lo más selecto de la trova yucateca. Aquí también se reúné el tradicional Paseo de las Ánimas, un evento muy esperado por los meridanos, que recorren el Panteón Florido y caminan de regreso a la Ermita con los rostros maquillados como ánimas en busca de sus ofrendas. Muy, pero muy recomendable, es de los paseos más hermosos que he tenido en la vida.
A un costado del parque, se encuentra la Academia Municipal de Lengua Maya. Aquí puedes tomar clases de este lenguaje, y obtener información sobre la cultura maya contemporánea, pero eso, querido lector, será material para otra reseña.

Otra de las maravillas del tradicional Barrio de San Juan se encuentran en el parque conocido como la Ermita de San Juan. Un poco más pequeño que el Parque de San Juan, hablando de extensión, pero es innegable que ofrece al espectador una vista increíble y una tranquilidad particular.
Ya sea que vengas a tu ruta diaria de ejercicio (caminata o correr), que seas un amante de la fotografía, hambriento de captar con tu lente esas imágenes de la Mérida Colonial o simplemente busques ese espacio de relajación y tomarte «tus cinco», este es el lugar ideal para ello.
En sus cercanías hallarás tienditas de abarrotes en las cuales podrás quitarte la sed, hambre o antojo que tengas en ese momento. También encontrarás la Academia Municipal de Lengua Maya (por si algún día te animas, lo cual no es una mala idea, ya que esta lengua es parte del patrimonio cultural de México, así como el resto de dialectos indígenas.)