Ex-Penitenciaría Juárez

Este es uno más de los edificios que se construyeron en la época del porfiriato en México, de estilo ecléctico fue diseñado con el fin de ser la penitenciaría de la ciudad de Mérida; así lo fue por muchos años viendo pasar entre sus rejas a personajes importantes de la historia yucateca como Felipe Carrillo Puerto quien perteneciera a las filas del Gral. Emiliano Zapata y fuera detenido por el gobierno del Gral. Salvador Alvarado de ideología carrancista.
Con el paso de los años dejó de ser funcional, pero así como otros edificios sus instalaciones se han ido adaptado para poder albergar a secretarias del gobierno estatal (como hasta hoy en día con la Agencia de Administración Fiscal de Yuctán) y otras de nivel municipal, muchos ahí debimos ir alguna vez para conseguir nuestra credencial para el descuento en el transporte publico.
Pero sin lugar a dudas uno de los usos más relevantes fue, el tener entre sus paredes a la única institución enfocada en un bachillerato de arte y humanidades de la ciudad, el CEDART (Centro de Educación Artística) «Ermilo Abreu Gómez» que hasta hace unos años cambió de domicilio.

Mérida no es una ciudad de castillos ni de fortalezas, con pocos edificios militares, a diferencia de su ciudad hermana Campeche. Pero entre los palacios e iglesias de Mérida sobresale la alguna vez sombría y ahora reluciente ex penitenciaría Juárez.
Construida en tiempos de Porfirio Díaz como una prisión para enfrentar los problemas delictivos de la ciudad, tiene el aspecto de un castillo, con todo y sus torres y sus almenas, y tuvo a algunos «huéspedes» ilustres como el revolucionario Felipe Carrillo Puerto. Es decir, es un edificio con mucha historia.
Actualmente el edificio alberga la Agencia de Administración Fiscal de Yucatán, lo cual no podrá ser muy divertido, pero es necesario. Más interesante es que allí se ha inaugurado un centro cultural para las artes escénicas. El proyecto aún es bastante modesto, pero tiene mucho potencial para convertir este antiguo presidio en una de las esquinas culturales de Mérida.

Este edificio está ubicado a un costado de la avenida Itzáes, frente al parque de la paz, con más de 100 años de historia ahora alberga las oficinas del sector público tanto federal como estatal. Recuerdo que en este lugar fue donde tramité mi credencial de descuentos para camiones, sin embargo, quitaron el módulo.
Antes de realizar la construcción el terreno estaba ocupado con la iglesia Ermita de Santa Catarina, la cual desapareció por la epidemia del cólera de 1833. Después de varios años de esta terrible catástrofe fue que se construyó en esta zona la penitenciaría de la ciudad, pero debido al gran crecimiento de la ciudad y a la demanda tuvo que transferirse a otra zona quedando el lugar ocupado por oficinas del gobierno. Es por eso que se conoce popularmente como «la Ex-​penitenciaría».
La construcción es una fortaleza con almenas y torres de vigía deshabilitadas, en el interior del edificio se pueden apreciar todas las medidas de seguridad que se tenía para que los prisiones no pudieran escapar, desde que entras al lugar se observan las enormes rejas, una tras otra para poder acceder a las distintas zonas del lugar, en el centro se puede ver un jardín y enseguida se observan los pasillos en donde mantenían a los reos y en donde se encuentran las celdas.
Más que un punto turístico, este lugar se considera como punto de referencia ya popular entre los meridanos o un lugar en donde puedes realizar ciertos trámites de la AAFY.

El edificio que alguna vez fue la cárcel de la ciudad, hoy en día se encuentra habilitado para realizar trámites de la AAFY (Agencia de Administración Fiscal de Yucatán) como el pago o exención de la tenencia vehicular.
Hasta el año pasado aquí se congregaban cada mes los jubilados del ISSSTE para recoger su talón de pago. Más de una ocasión me tocó hacer fila para ayudar a mis abuelitos que se cansaban de estar parados, era muy simpático mirar a tanta gente mayor, y si prestabas atención podías oír pláticas muy interesantes llenas de sabiduría. Lo que más me gustaba de aquí es que solía haber una señora muy amable que vendía tamales y antojitos que caen muy bien en la mañana.
Además de prestar sus instalaciones para trámites y servicios, ocasionalmente se reúnen aquí con el fin de ensayar sus coreografías, los estudiantes de danza y teatro del Centro Estatal de Bellas Artes que se ubica en las cercanías. El lugar tiene un ambiente bastante sobrio, al recorrer los pasillos se pueden apreciar los espacios que funcionaban como celdas, contemplarlos te hace pensar en los tiempos en los que eran ocupado por los presos… Una sensación bastante peculiar.