La Michoacana

Una de las heladerías más famosas y con años en la ciudad, además de que cuenta con muchísimas sucursales por la ciudad, contrario a lo que la mayoría de la gente cree, las sucursales tiene diferentes dueños, no todas son de uno mismo, por lo cual el sabor que ofrecen en cada una es diferente.
Esta sucursal en particular es muy famosa pues de encuentra en un lugar por el cual seguramente has pasado en al menos alguna vez en tu vida, y también ya has probado la gran variedad de sabores que aquí ofrecen, las aguas son muy refrescantes y deliciosas, además de que el tamaño es exacto para ti si te encuentras con mucha sed o para compartir en caso de que vayas con alguien más.
Adicional a las aguas y los helados venden algunas otras botanas como palomitas y chicharrones que tienen un sabor al de las del cine, por lo que puedes acompañarlas de un buen jugo para matar el hambre mientras llegas a casa.

No sé si es famosa por estar en la esquina de un lugar tan concurrido (el centro) o porqué desde que conozco por ahí, la he visto, osea toda una reliquia. El caso es que esta y seguro los Meridanos han pasado por por lo menos una vez en esas idas al centro y si estas pasando, pues ya entras para refrescarte.
Tampoco sé si a partir de la popularidad de ésta Michoacana se empezaron a hacer otras o son simplemente sucursales, ni idea pero lo que sí se es que tendrán justo lo que necesitas para refrescarte en los calurosos días del año aquí.
De lo que venden me gustan las aguas, los helados están buenos pero las aguas de sabor son lo mejor y particularmente de esta sucursal me gusta que venden palomitas, como las del circo (porque las hacen con la maquinita); un agua te refresca y las palomitas de maíz matan tu hambre.

La Michoacana es un winner a donde quiera que vayas, he andado puebleando mucho y en todos y cada uno de los lugarcitos que he pasado, hay mínimo una. Son como una plaga deliciosa que lo más curioso es que siempre, no importa donde estés, hay sucursales cerca.
La historia de La Michoacana es mítica. En Tocumbo, Michoacán, se empezaron a hacer estas heladerías, pronto por su calidad y sabor, fue el oficio del pueblo. Mucha de la gente de aquí, salió de Michoacán con el proyecto de poner su heladería La Michoacana que por cierto, no es franquicia, es una especie de cooperativa que funciona con los mismos estándares de calidad. Los dueños originales de cualquier Michoacana que vayas, son originarios de Tocumbo. En diciembre, cada familia regresa a Tocumbo y se hace una gran fiesta, cada familia de cada Michoacana, se viste con el traje típico del lugar al que se fue. Entonces se hace una especie de desfile donde se reúnen los representantes de La Michoacana vestidos de trajes típicos de todo el país. ¡Qué bonito es Michoacán!

Creo que todo el mundo en México debe saber que es una Michoacana cuando de nieves, paletas y aguas frescas se trata, claro que cada región tiene sus variantes y en Mérida me he dado cuenta que son los famosos troles, al menos en lo que Tijuana respecta, éstos no se conocen así allá. En Tijuana les encajamos también un palito y los llamamos paletas de la misma forma que las paletas convencionales o en su defecto mangada o chamoyada dependiendo el tipo.
Pues fue en este establecimiento que pregunté por los troles por primera vez y sinceramente me gustaron. Siempre me ha parecido más práctico comer el helado en un vasito puesto que suelo escurrir todo y el hecho de que tengan tanta variedad de sabores en ellos me fascina, también he comprado agua de limón y de horchata y ambas me han gustado mucho, si te queda de paso bien te conviene entrar y refrescarte con alguno de sus productos.

La Michoacana
Una de las neverías más antiguas de la ciudad y por lo mismo de las más prosperas, y la más famosa y reconocida por casi todos los yucatecos y especialmente los meridanos es la sucursal del centro en la calle 56 por 61. No solo por ser de las primeras (o la primera) sino también por ser de las más grandes.
Sobre su origen hay muchos mitos, tantos como sucursales de la Michoacana, lo cierto es que es difícil por no decir imposible localizar sus inicios, ya que si bien no todas las sucursales de la Michoacana son de la misma franquicia, casi todos los dueños por todo el país reclaman la originalidad de la marca.
Pero bueno, lo que aquí realmente importa es la calidad del producto, y en la Michoacana es excelente, si bien puede resultar un poco caro, pienso que vale la pena, sobre todo en los 365 días de intenso calor que hace en la ciudad, nada mejor que pasarse por la Michoacana a refrescarse como se debe.

¡Vamos a la Michoacana!, es una de las frases que siempre alguien tiene que decir al momento de tener antojo de una nieve, un agua fresca o un coctel de frutas.
Este negocio localizado en el centro de la ciudad, brinda algo fresco y rico para esos antojos en una ciudad con un clima tan cálido como Mérida, mis elecciones preferidas han sido agua de frutas y nieve de vainilla ya sea esta última en vaso o en cono.
Un local pequeño, que aunque es bastante concurrido, tu turno y el tiempo que toma en que te atiendan es muy corto, además de un buen trato por parte de los empleados.
La michoacana será siempre un buen «oasis urbano» donde ir a degustar acompañado o solo de un buen postre fresco o una bebida para saciar la sed a un precio razonable y accesible para cualquier persona, más que recomendado.

Los helados y paletas de hielo son básicos en esta calurosa tierra, y aunque ya hay muchisimas franquicias de estos productos en la Ciudad y en las plazas, algunos muy sofisticados y bastante caros, La Michoacana sigue conservando su calidad y buen precio, y es aquí donde puedes saborear un delicioso helado o paleta en su forma natural y tradicional y refrescarte cuando estas agobiado por el sudor y el calor intenso.
Es simple y sencillo. Y si lo que tienes es mucha sed, hay aguas naturales de fruta, muy heladas y listas para quitarte ese problema, servidas en un vaso de un litro y con harto hielo, horchata, jamaica y té tambien son opción.
Las paletas puedes pedirlas cubiertas de chocolate liquido que se solidifican al instante y agregarles algun detalle de coco rallado o grageas de colores, muy ricas.
Este lugar tiene muchas sucursales en cualquier rincón de Mérida, asi que puedes pensar en ella y se te aparecerá una en el camino, asi como de magia.
Ademas cuentan con una variedad creciente de sabores, pitahaya, zapote, nance, pistache, todas las frutas locales y nacionales que te imagines. Así que puedes ir variando y probarlas todas.
Apenas comience el calor, ya sabes a donde ir.

Otro de los lugares que me encanta para tomar un trol o comer un helado es la Michoacana, además de que esta cerquita de mi paradero de camión. Cuando tengo antojos compro ya sea un helado de tutifruti, un trol de coco o una piña colada y para tiempos de frío y de no tanto frío unas palomitas o chicharrones.
Venden helados de diferentes tamaños, trols de muchos sabores, aguas frescas muy ricas, tortas y pastelitos, los precios están más o menos, hay paleterías más baratas pero esta es un punto intermedio.
La atención de las personas ahí es buena, podría mejorar pero eso no quiere decir que sea mala. Compro cuando me estoy yendo a casa, cuando mi mamá quiere comprar algo o cuando mi cuñadita esta de buena onda, comer o tomar algo de aquí siempre te pone de buenas.

Esta dispuesta en un punto rodeado de paraderos de varias rutas, por lo que queda de paso para mucha gente, además de vender aguas, helados y paletas, también tiene tortas (por la mañana), frituras y palomitas, dulces, refrescos, cigarros en fin productos que la gente puede «necesitar» a su paso por ese punto.
Dentro de los sabores que manejan en aguas tienen uno rarísimo llamado «Coctel de frutas», que es de color rosa y tiene trocitos de fruta picados, la verdad ese sabor no lo he visto en otros lugares pero esta deliciosa, pasa y pruébala a ver si coincides conmigo.
Una de las peleterías más antiguas de la ciudad y que sigue dando servicio a cientos de personas al ubicada en una de las zonas de mayor afluencia de transeúntes día con día. Es fácil de ubicar por la decoración tan peculiar que tiene, sus grandes ventanales tiene pintados personajes de caricaturas antiguas que le dan un toque retro al lugar (me hace recordar mi infancia, ya que esas pinturas están ahí desde que yo era niño). ¿Quién no se ha quedado de ver en la michoacana? Esta esquina no solo satisface la sed de la gente, también debe ser una de las que más historias podría contar ya que es un punto de encuentro para los meridanos y ha visto pasar todo tipo de situaciones, según me comentó su antiguo dueño el señor Huerta.