El nombre de este lugar me da mucha risa, eso por el hecho de pensar en qué se habrán inspirado para llamarle así a su fonda de tortas. El local no tiene nada de simpático, está pintado por la coca cola, con un toldo rojo con el nombre rotulado, muy austero. Entré a comprar una botella de agua y no pude evitar sentir un olor como de pan tostado, o sea como de torta, y bueno pregunté de qué había y me dijeron que solo quedaba jamón con queso y de picadillo, pedí la de jamón y queso, y cambié mi agua por una cristal de cebada. El sabor superó mis expectativas, y no es por que preparar una torta de jamón con queso tenga mucha ciencia, sino que pienso que el secreto está en el queso y el jamón que compres y en la cantidad exacta de mayonesa y de chiles jalapeños que le pongas, y esta torta automáticamente se colocó en mis favoritas. Pague mi torta 9 pesos y salí de ahí con una gran sonrisa, no hay dos personas ahí que parezcan muy simpáticas, pero se me hizo simpático el hecho de haber sucumbido al olor y cambiar mi agua por un refrigerio. La atención es buena y rápida, lo recomiendo si andan de paso.