He tenido mis épocas distintas de la vida en las que me considero temático, así por ejemplo tuve mi época de vegetariano, y juro por mi dedo gordo del pie derecho, que no probé un bocado de carne. Es bastante difícil para un nuevo vegetariano encontrar lugares que te ofrezcan opciones para comer rico y variado, por eso cuando me hablaron de maíz, canela y cilantro dije: lo tengo que conocer. Le pedí a mi amiga Abril, que es una vegetariano experimentada que me acompañara, porque seguro ella sabría decirme si realmente el menú era bueno, así que la agarré en uno de esos días en las que el hambre la deja realmente INSOPORTABLE y le dije: nena vamos, yo te invito a comer, palabras mágicas para ella, yo te invito y comer. Fuimos camino a Santiago, uno de los barrios más bellos del centro de la ciudad, y encontramos la dichosa casa azul de Maíz, Canela y Cilantro, de entrada la decoración me dejó encantado, realmente te hacen sentir en una casona mexicana, con sus mesas de madera y los cuadros de bodegones con mosaicos de barros y toda la cosa, es una lindura, pero ahora había que probar, y así que probamos. Lo admito, yo no aguanté mucho como vegetariano, pero lo suficiente como para decir que fue una de las comidas más ricas que he probado, si bien su menú no es muy variado ya que al día solo preparan dos platillos, uno vegetariano y uno mexicano, sí es suficiente para saciar tu antojo y sentirte satisfecho, una palabra que mi panza loca no conoce(siempre quiere sentirse rebosando) pero que es necesario conocer. Las porciones aparentemente son pequeñas, pero no, porque te sirven justo lo que te deje bien tranquila el hambre, en cuanto al precio no me pareció barato, pero está bien, yo sí repetí varias veces, porque el plus está en sus aguas de frutas, me llevaron a mi infancia en casa de mi abuela, en esa primera ocasión probé un agua de sandía digna de un dios caribeño. Te recomiendo más que ampliamente este restaurante, sólo que ve temprano, porque después de las tres ya no queda nada y puede que no encuentres mesa.
Alberto C.
Rating des Ortes: 4 Mérida, México
Admito que hay ocasiones en lo que pienso sobre mi salud y la importancia de comer bien, no todo se trata de garnachas, tamales, postres todos los días, sino también hay una gran variedad de alimentos, que probablemente por muchos estereotipos no nos atrevemos a probar. Por ejemplo, muchos creen que la comida vegetariana es exclusivamente para los vegetarianos o porque tienes que estar a dieta y además sólo se trata de hierbas ¡pues no! Nuestra ignorancia ha cegado nuestra boca. Un día común y corriente, camino al trabajo, me llamó mucho la atención la casa, el color azul de la fachada es hermoso, arquitectónicamente sencillo y simétrico, pensé: «Algún día tendré una casa así», pero después de observarla detenidamente no podía ser una casa común y corriente, era obvio que se trataba de un negocio(además de que tenía un letrero ¡Dah!), ya que me acerqué pude darme cuenta de que se trataba de un restaurante. No cualquier restaurante, es uno vegetariano y a la vez mexicano, de los mejores. Pasó poco tiempo cuando decidí a probar la comida, si mi memoria no me falla, la primera vez comí un pastel de espinacas con sopa de verduras y un jugo de mango. La sopa me supo a gloria, estaba deliciosa, incluso la podría comparar con la que hace mi mamá. El pastel no estaba mal, no fue mi favorito, pero me lo acabé completito. Y el jugo de mango ¡riquísimo!, tenía mucha pulpa… amo la pulpa y el mango. Quedé más que satisfecho, en serio, al ver las porciones pensé que no sería suficiente tomando en cuenta mi historial alimenticio, pero lo fue. Para tener un criterio más amplio con respecto al lugar, tuve que probar de nuevo la comida, lo he hecho dos o tres veces más. En todas las ocasiones quedé satisfecho, con experiencias gustativas completamente diferentes. Cabe aclarar que no sólo venden comida vegetariana, todos los días hacen un guiso vegetariano y uno mexicano, ambos acompañados de un vaso de agua natural. En cuanto al lugar, la decoración no puede ser más mexicana, el ambiente te hace sentir como si estuvieras en casa, además de que la cocina está a la vista, de tal manera que puedes ver cómo cocinan. Quizá porque también funciona como posada. El precio está bien, no es caro ni es barato, considero que con lo que ofrecen es justo. He intentado ser vegetariano, pero la verdad es que siempre hay una voz en mi cabeza que me dice: «no vives de ensalada, no vives de ensalada, no vives de ensalada…».
María José P.
Rating des Ortes: 3 Mérida, México
Siempre que pasaba con mi bici este restaurante me hacía ojitos, así que un día me decidí a entrar y pedir un almuerzo. El ambiente es muy agradable, muy familiar. La cocina da la impresión de ser una cocina de casa, más que de un restaurante y no sientes el trajín de meseros y cocineros trabajando a full. En la pizarra de la entrada dice que ofrecen comida mexicana vegetariana, aunque lo correcto sería decir comida mexicana Y vegetariana. Al parecer no hay un menú, sino que los guisos van cambiando cada día. Fui un sábado a la hora de la comida, y la mesera, muy amable, me comentó que era día de enchiladas y tenían 7 tipos distintos de este tradicional platillo mexicano. Te lo servían con pollo, pero si eres vegetariano, puede ir con verduras o queso. Yo pedí unas enchiladas michoacanas con una pieza de pollo, y para tomar un agua de jamaica. La verdad no me encantó nada de lo que comí en este lugar. Si bien la ración era generosa, se me hizo todo un poco insípido, a excepción de la jamaica, que estaba hiper concentrada, tanto, que tuve que pedir un vaso con agua para rebajar el sabor. Ésta fue una de las veces en las que la expectativa fue demasiado alta comparada con la realidad.
Martí C.
Rating des Ortes: 5 Mérida, México
Excelente restaurante ubicado a dos cuadras del Parque de Santiago. En este pequeño edificio de color azul, una amabilísima y simpática señora regenta este restaurante de comida vegetariana pero que también incluye algunos platos con carne o pescado. Solo se preparan comidas, o sea que no intente ir a cenar porque se va a encontrar con el establecimiento cerrado. En este agradable y limpio restaurante de aire familiar se puede degustar un menú que incluye una botanita y dos platos. El primer plato acostumbra a ser una exquisita sopa de lentejas, y en el segundo se puede escoger entre un plato con carne o pescado o un plato apto para vegetarianos. Los ingredientes son frescos y de primera calidad y la comida siempre es ligera. En un pequeño patio ubicado en el interior lleno de plantas exuberantes se encuentran los baños.