Llegué aquí un día que iba de casa de una amiga a la mía, lamentándome de saber que no tenía nada en mi refri. Pasé enfrente de este lugar y a penas vi el techito simpático orillé la bici. Esa primera vez que fui llevaban unos pocos meses de haber abierto y la disposición de la tienda era diferente, aunque había prácticamente lo mismo que ahora. Aquella vez pude comprar unas mandarinas, plátanos, calabaza, cebolla, jitomate. Compré 6 huevos de patio(estos son más chiquitos que los de las granjas industriales, pero no tienen cantidad de hormonas, pinturas y otros aditivos. el que sean chiquitos no es el problema, el problema es que 3 de ellos estaban rotos, y a $ 3 pesos la pieza, no está padre). Además de la frutería tienen un pequeño restaurantito, para desayunos, almuerzos y comidas. Si quieres puedes pedir para llevar o te puedes quedar ahí, a las mesas que tienen disponibles. Limpias y cutes. Sandwiches, chapatas, licuados, smothies fueron las cosas que pude ver ojeando el menú en lo que me hacían la cuenta de mi compra. Por si fuera poco, este lugar es 1⁄3 vivero. Tienen una selección de plantitas y hierbas de olor para que te lleves a tu casa y comas siempre fresco. Me surtí en serio ese día.