Museo de los Ferrocarriles de Yucatán

Me gustaría que los ferrocarriles siguieran funcionando y más cuando ves vagones tan bonitos como los que están en el museo. De pequeña no tuve la oportunidad de viajar en tren, debió haber sido muy emocionante. Al subirse a los trenes puede imaginarse como era recorrer las vías, no sé como hayan sido los caminos pero me imagino que eran paisajes muy bonitos.
Hay más de treinta vagones, entre: carros de carga, coches de pasajeros, cabús y locomotoras. Las locomotoras son la primera parte de un ferrocarril, es lo que permite que se mueva toda la máquina. Los cabús son la parte del ferrocarril en donde van las herramientas para reparar las vías.
Aquí puedes encontrar vagones de primera, segunda y tercera clase y lo mejor, te puedes subir. Por supuesto que entré a todos los que pude. Me gustaron los de segunda clase, los de primera eran un tanto raros ¡tenían el baño incorporado al cuarto!
Otro de los atractivos es la biblioteca, hay diferentes libros referentes a la historia del ferrocarril y también venden playeritas, cuentos para colorear y otras cosas para que te lleves de recuerdo. También esta la galería de fotos, con imágenes de los vagones cuando funcionaban, de los letreros que se utilizaban y de algunas máquinas de la época, como calculadoras.
Igual el baño esta bonito, adaptaron un cabú para que tenga esa función y les quedó muy bien.
Este es uno de los dos museos del ferrocarril que se encuentran en México, así que corre a visitarlo, saldrás queriendo viajar en tren.

El museo de los ferrocarriles sin duda es una de las cosas más bonitas que tenemos en la ciudad, me confieso apasionada de las cosas que me transporten al pasado y sin duda visitar este museo es una de esas cosas que lo logran.
El museo si no me equivoco y si el señor guardia no me engañó cuando pregunté por esta información, renta sus instalaciones para sesiones fotográficas de XV años, bodas, graduaciones, etc. Déjenme decirles que he visto a muchos fotógrafos hacer sesiones aquí y el resultado de las fotos es DIVINO.
También te organizan visitas guiadas si eres turista, o no tienes ni idea de la historia de los ferrocarriles, pero no es obligación optar por estas visitas, puedes hacer por cuenta propia si te apetece.
Desgraciadamente nunca pude viajar en un ferrocarril y discúlpenme si esto sonará raro, pero disfruto visitar el museo e inventar en mi mente como sería si alguna vez lo hubiera hecho.
Por eso si eres turista nacional o internacional, o simplemente un ciudadano de esta ciudad que nunca ha visitado el museo, no dudes en hacerlo y de paso llévate a alguien de tus amigos o familia contigo para que disfruten esta experiencia, incluso si tienes niños esta es una actividad ideal para llevar a cabo en familia, eso sí levántense temprano que el museo cierra temprano.

Mi más grande sueño de toda la vida y uno de mis propósitos antes de morir es poder subirme a un tren y viajar en él. Creo que me equivoqué al nacer en esta época pues la transportación de antaño es algo que me causa una gran fascinación.
A pesar de que en el estado de Yucatán aún se utilizan los trenes para transportar materiales de carga, ya no se utilizan para el transporte de personas y como el tren bala que alguna vez nos prometieron jamás llegó, tengo que conformarme con el recuerdo de la majestuosidad e importancia que alguna vez tuvieron los trenes en nuestro estado.
El Museo del Ferrocarril es un gran recordatorio de qué tanta importancia llegaron a tener estos gigantes de acero en la penísula y nos permiten adentrarnos a otra época en donde los trenes eran el transporte de mañana. Me parece muy interesante la exposición de trenes que presentan porque te permite imaginar todas las historias que hay detrás de aquellas máquinas tan antiguas. Es un lugar muy fascinante si te gusta conocer más sobre la historia y empaparte un poco de cultura.
Si eres un amante de las cosas antiguas o simplemente quieres conocer más sobre la historia de las cosas en general te recomiendo ampliamente que visites este lugar tan emblemático. No te vas a arrepentir y vas a quedar simplemente fascinado.

Como todos saben, la industria ferroviaria tuvo una gran auge en el País a principios del siglo pasado, y este museo le hace honor a lo que una vez fue el primer transporte con mayor importancia en el Pais.
Mucha gente le da más importancia a la ex-​estación de ferrocarriles y nos los culpo, su diseño arquitectónico e muy bello y además, ahora es la sede principal de la Escuela Superior de artes de Yucatán. Bueno pues, a unas cuantas calles está el museo de los ferrocarriles de Yucatán.
El museo es precisamente un museo (valga la redundancia) donde se encuentran varios de los modelos que una vez estuvieron en funcionamiento para transporte o carga y que circulaban por todo el estado y el Pais.
En un gran garage donde te puedes encontrar con una gran cantidad de historia, desde que entras el ambiente se vuelve pesado, ver esas enormes máquinas ahí sentadas sin ser ya recordadas o utilizadas te carga de nostalgia y melancolía, te da ganas de que justo enfrente de tus ojos se conviertan en un transformer para que se mantenga con vida. Reconozco que tampoco yo le había dado la importancia que se merecen estos hermosos monstruos, fue hasta que una maestra decidió darnos clase en este lugar que descubrí lo mágico que puede ser, subir a un tren y tratar de imaginar que tantas historias lleva consigo. Desde que llegamos, nos convertimos en exploradores natos, subíamos y bajábamos, tratando de recorrer cada rincón posible, buscándole la memoria a cada vagón.
Sin duda, uno de mis lugares favoritos en Mérida.