Parque de Itzimná

He ido muchas, pero muchas veces a este parque. Mi hermanito estudió toda su primaria y secundaria en el Colegio Montejo, por lo que muchas veces nos quedamos esperándolo, y nos bajábamos a jugar al parque.
También fuimos muchas veces a eventos del Colegio Montejo, haciendo misas en este parque. Hoy me doy cuenta de que hay mucho tráfico, que se debe hacer algo con éste parque para evitar que un niño o un bebé cruce la calle. 3 de las 4 caras de éste parque tiene calles muy peligrosas, en donde hay mucho tráfico y viajan a alta velocidad.
La iglesia es de las principales de la ciudad. Yo diría que los domingos se vuelve un club social, ya que desde el señor y señora más grandes de edad, hasta las niñas y los niños más pequeños se encuentran con amigos, y se ponen a platicar, después de misa, comiendo una marquesita o un esquite. Esto es una tradición yucateca.

Hace poco acudí con mi novia a este parque para esperar a su mamá, que salía de ver unos pendientes en la Iglesia, el caso es que andaba un poco cansado, pues salía de trabajar en la tardecita del sábado y mientras esperábamos aproveché para recostarme un rato en una de las bancas y, de repente, ya estaba bien dormido. Hacía tanto que no encontraba un parque en un lugar céntrico con tanta tranquilidad, y es que el ambiente aquí, acompañado de la sombra, el silencio y el viento, hace que si te acomodas en las bancas te duermas.
Uno de los parques que llaman la atención al cruzar, pues la iglesia es roja, y el parque en general es muy rojo, a diferencia de los típicos parques donde encuentras canchas y un área de juegos, aquí no hay nada de eso, está conformado por una iglesia, la cual tiene mucha demanda, pues muchas parejas quieren casarse aquí, o realizar algún evento religioso, además tiene una estatua y muchas, muchas banquitas por todo el parque para poder dormir, platicar o pasar el rato.
El parque en sí es bueno para poder ir a platicar con alguien a cualquier hora del día, pues cuenta con muchos árboles que hacen que no sientas el calor, aunque también puedes ir por las noches y disfrutar de uno de los perros calientes que venden en un puesto que se pone sobre una de sus calles. En caso de que no te guste comer en puestos callejeros puedes acudir a el extra que se encuentra en una de las contraesquinas, o a pedir algo en alguna lonchería cercana.
No es muy recomendable ir con niños, pues al no haber área de juegos la mayoría se aburre y se desespera, aunque pueden divertirse corriendo, pero debes tenerlos un poco vigilados pues por las cuatro calles pasan muchos vehículos, y sobre todo camiones.

Sin duda alguno un parque muy bonito y no sólo bonito sino también refleja mucha historia (la cual no me sé) pero se ve muy bien reflejada en el lugar.
No, no es el típico parque moderno donde hay área de juegos o canchas o cosas por el estilo, este parque es digamos, «tradicional» de esos parques en los que hace 50 años o más se acostumbraban a realizar en la ciudad.
A muchos les gusta casarse o realizar bautizos ahí por la escenografía, en cualquier parte del parque que te quieras tomar fotos, te aseguró que saldrán muy bonitas.
Es un parque que tiene una Iglesia, más bien, la Iglesia esta rodeada de éste parque. Ideal para ir a platicar, porque tiene banquitas y árboles grandes y bonitos los cuales dan mucha sombra.
Si llevas niños, como no hay juegos, puedes llevar arroz y tirárselo a las palomas para alimentarlas, con eso los niños quedan entretenidos un buen rato.

Más que el parque, me encanta la colonia entera. Es hermosa, encantadora, super cerquita del centro, y con esquinas que te hacen querer quedarte ahí paradu toda la tarde. Me encantaría encontrar una casita por allá para cuando envejezca :3
El parque está grandecito, lo pienso rojo, con sus banquitas, sus arriates, sus rincones para las parejitas. La iglesia no falta. Es común ver a los recién casadus tomándose fotos en este parque, porque es un muy bonito escenario.
Como todo buen centro de barrio, a su alrededor hay muchos servicios, pero el giro de las arterias de esta colonia han cambiado bastante, entonces la panadería, por ejemplo, no la encuentras aquí enfrentito, sino a unas cuadras, lo mismo que un mercadito.
Lo que sí hay, es lugares de enmarcados, tiendas de pintura, y un extra. No pasamos por alto el puestito de dogos, que no he tenido el placer de probar, y bueeno, un dato flotante: este barrio es sede de un par de bazarcitos de moda que se organizan cada tantos meses, sea en una de las casonas que rentan para eventos, en una bodega frente al parque prácticamente, o tal vez la siguiente edición será en un lugar nuevo.

A mí me pasa algo particular con los parques de Mérida, y es que cada uno de ellos tiene una historia tipo Corin Tellado, o es que mi propia vida la veo como escrita por Corin Tellado o Sara Sefchovich (estoy teniendo justo en este momento una revelación), en fin, no me desvío del tema. Y como todos los parques, el de itzimná tiene sabor a pláticas largas e ilusiones pasajeras, sí, sí, sí, me pongo muy cursi, pero es que no tengo otro modo de describirlo.
En sí el parque es lindo porque recuerda a las plazas principales de los pueblos del interior del estado, con su iglesia en medio y sus árboles alrededor, con bancas para sentarse y pasajes secretos para enamorarse (regresa la cursilería) uno de sus atractivos es que la plazoleta está toda adoquinada, lo que le da un aire colonial al lugar, con sus jardines bien cuidados y sus fuentes rara vez prendidas.
Es un parque ideal para platicar y comer el perro caliente del puesto nocturno. Es además un sitio obligado para conocer, por su historia, o para enamorarse que seguidos con la cursilería del momento bien vale la pena mencionarlo.

Si quieren ir a un bonito sitio para leer y olvidarse del reloj por un rato, este es el parque indicado para ustedes. Es lo suficientemente grande como para poder llegar, sentarse y pasar desapercibido entre sus bancas y árboles. Además de que tiene una de las iglesias más representativas de la ciudad.
Este parque que encabeza el barrio de Itzimná en el que se podrán encontrar de todo, pues es una de las zonas primarias de la ciudad y dónde se concentra una de las zonas habitacionales de mayor plusvalía de la ciudad por todas las posibilidades que ofrece: supermercados, restaurantes, escuelas, bares, cafeterías, tiendas locales, negocios, etcétera.
Es un parque que puede mantenerse a salvo del bullicio de la urbanidad porque aún se siente un aire suburbano al caminar por sus calles, pues cuenta con casonas tan importantes para la historia de Mérida, como para su atractivo visual.
Dense una escapada dentro de este parque y no dejen de escuchar esta canción en el proceso:
Sia — Elastic Heart feat. Shia LaBeouf & Maddie Ziegler

Itzimna era mi rumbo de morro. Cuando estaba pequeño pasaba mucho tiempo en esta colonia porque aquí vivían mis abuelos. De chavito me llevaban a la fuerza a misa a la iglesia del parque. También en ese parque asistí a mi primera y última sesión de scouts.
Ya más grande estudie la secundaria por ahí cerca y recuerdo que una vez me sacaron de la escuela porque no había entregado una tarea y me mandaron a hacer tiempo al parque. Mientras esperaba dibuje la iglesia, ese fue mi primer dibujo serio en la vida.
Le tengo cariño a este lugar porque las cenizas de mis abuelos están ahí. Siempre me impresionaron mucho las casas que estaba alrededor del parque, parecía como si cosas oscuras sucedían ahí.
Sea lo que sea, este parque es un parque muy tranquilo, su piso de adobe rojo le da un toque colonial y sus espacios amplios lo hacen una gran opción para tomar el fresco en la sombra de un árbol.

Uno de los parques principales de la ciudad y con una iglesia grande y de estilo antiguo, el parque de Itzimná es un punto de visita turístico obligado. Si tomas el turibus te va a dar un paseo por aquí, pero también para ir caminando está súper cerca de Montejo.
Como los demás parques está lleno de árboles preciosos y grandes, si eres amante de la naturaleza definitivamente te vas a enamorar. El parque está lleno de palomas y demás aves a las que les puedes llevar pan y alimentarlas un rato. Eso si, cuidado con el baño cuando se asustan.
En el parque por las noches hay un carrito de hot dogs, deliciosos y a un súper precio, ideales para una cena rapidita o para distraer al hambre un rato.
En la iglesia hay misas todos los días y muchos la rentan para bodas, XV años, primeras comuniones etc, es una iglesia muy bonita para estos eventos y siempre tiran voladores al final, curioso detalle.
Es ideal para un paseo con el novio o echar el chisme con la amiga o el amigo, repito, es un parque muy bonito.

Itzimná es un parque pequeño, el atractivo principal del parque es definitivamente la iglesia.
Si que puedo decir cosas de este parque, mis papás se casaron aquí, mi primera comunión, mi bautizo, las misas con mis abuelos, todo fue aquí porque además de que yo vivía cerca estudiaba justo en frente del parque.
Un tiempo el padre de la Iglesia, era el padre Manito, uno de los padres más famosos de la ciudad por su carisma y su agradable manera de dar la misa.
Independientemente de el acto religioso, la iglesia es bonita, se conserva bastante y a pesar de que no esta en el mero centro vale la pena ir a dar una vuelta y conocerla, sobre todo porque el barrio en sí es muy agradable.
Si eres de aquí y nunca te has dado la vuelta al parque de Itzimná quizás no sea el parque de ensueño donde pretendes estar pero si que pasas un rato agradable en un lugar lleno de arboles y construcciones bellas, una de las colonias mas viejas de la ciudad y con varias opciones al rededor para seguir realizando un recorrido por esta bonita ciudad.

Si pensabas que la Plaza Grande o el Zócalo de Mérida se llenaba de palomas, pobre iluso/​a. En El Parque Itzimná se atasca y si te gustan estas chonchitas aves, las puedes alimentar y estar observándolas durante horas.
Esta Plaza no está en el mero centro de Mérida, pero el valor histórico está bastante interesante. Aquí mismo, era un adoratorio al dios maya Itzam-​ná o Itzamnaaj. El dios del sol y la sabiduría, el que habita en el mundo celestial y rige el cosmos. Señor del cielo, de la noche y del día, uno de los dioses creadores. Generalmente es representado como un anciano y con cuerpo de ave o también en forma de reptiles porque es el dios omnipresente y los cocodrilos tienen la facultad de vivir tanto en la tierra firme como en el agua y desde arriba, los campos parecen tener la textura que tiene la piel de cocodrilo.
Al llegar los colonizadores y ver el adoratorio a un dios maya, no dudaron en evangelizar y en construir una capilla en 1572, de la cual se sigue conservando la pila bautismal.
Dato curioso: Izamal, la ciudad más católica de la Península, debe su nombre a una variación de Itzam-​ná, ya que en la antigüedad se encontraba un templo donde le rendían culto y dedicaban ceremonias a este dios maya.

El parque Itzimná es un sitio el cual solo había tenido la oportunidad de verlo mientras iba en transporte público, pero no había bajado nunca a dicho lugar. Tanto representaba para mí, un punto importante de la colonia homónima como un punto por donde distintos transportes transitaban.
Cuando tuve la oportunidad de conocer el lugar, uno de los edificios que se encontraban ahí me llamó la atención, tras leer su historia me agradó bastante, hablo de la Iglesia de Itzimná cuya breve historia está registrada en las placas dentro del parque. Así mismo el parque también cuenta con otros pocos tipos de monumentos como homenaje a distintos personajes que también cuentan con breves historias.
Es uno de los parques de Mérida que he visto menos concurrido, al menos durante el día, pero que en las tardes y noches cuenta con varias personas que asisten a él, entre ellos familias o grupos de jóvenes.

Si quieres aprender un poco de historia de México, venir a la ciudad de Mérida es un buen inicio, porque lo vez en la calle, en cada rinconcito siempre hay algo que quiere contar. Este es el caso del parque Itzimná.
Antiguamente esta zona fue una pequeña localidad donde se veneraba al Dios Itzimná. La Iglesia que se encuentra en el parque data del 1719 año en el que supuestamente se termino. Como verán la historia siempre es imprecisa. La arquitectura de la iglesia es sobria, con muy pocos detalles, elemento muy característico de todas las iglesias o ex convento de la ciudad.
Como dato rosa, actualmente es una de las colonias más pobladas de la ciudad y la parroquia es la más activa de la arquidiócesis de Yucatán.
En este parque puedes disfrutar el atardecer mientras le das comida a las palomas o leer un libro con buena música para desestresarte del día laboral, es ideal para buscar la tranquilidad del día.

Vaya que Mérida está llena de zonas con una riquísima historia, que forma parte de su pasado. Uno de esos lugares se encuentra en el parque de la Colonia Itzimná. Una de sus principales características es que en su parte central tenemos a la Iglesia de Itzimná, pero sus alrededores tienen lugares muy importantes, tal es el caso de la conocida Escuela Secundaria Federal No. 1, o el famoso Colegio Montejo y la escuela Eloisa Patrón Rosado.
Como otros parques de la ciudad cuenta con bancas para sentarse y disfrutar de la vista. La cual resalta muchísimo debido a sus árboles y arbustos, pero más que nada observar el constante tráfico vehicular, señal de que es una zona bastante transitada. Y, como es de esperarse, debido a que es una zona con muchas escuelas cercanas, debes tomar en cuenta las horas de entrada y salida, ya que complican mucho la circulación (si en ese momento pasas al bando de las personas que andan en esa zona con su vehículo, por lo que debes tener mucha paciencia y tomar tus precauciones.)
En definitiva un lugar que debes visitar, especialmente si tú como yo eres amante de la fotografía, ya que las casas que se encuentran en ésta zona son una muestra de la arquitectura colonial de la ciudad. Muchas interesantes imágenes podrán ser captadas por tu cámara.

El parque de Itzimná.
Ubicado en el antiguo barrio de Itzimná este parque es menos conocido que los clásicos del centro como Santa Ana y Mejorada; se ubica fuera del centro, pasando paseo de Montejo. Esta característica lo hace que a veces no sea muy reconocido pero también ayuda a que mientras se recorre o se descanse en él, la experiencia sea buena.
El parque tiene llama la atención a primera vista por ser demasiado rojo. Incluida su gran iglesia la cual sobresale del resto de los edificios de los alrededores por el color antes mencionado. El parque posee demasiada sombra ideal para resguardarse del calor y el sol de la ciudad. Las fachadas de las casas colindantes brindan una vista relajada. Las bancas son muchas y están bien cuidadas. No es del tamaño de Santa Ana, por ejemplo, pero tampoco es pequeño. Es un parque ideal para descansar un rato.
Itzimná es una zona que si bien por su ubicación nos puede resultar poco accesible, recompensa a quien quiera pasear por ella de buena manera, con mucha sombra y bancas, además de tiendas de conveniencia y loncherias para complementarla como una zona digna de visitar.

Como ocurrió a muchos lugares dedicados a númenes precolombinos, los conquistadores del nuevo mundo construyeron una capilla en lo que ahora se conoce como barrio de Itzimná, por aquellos años del siglo XVI, que más tarde se convirtió en un templo que hoy en día se yergue sobrio y orgulloso.
Este templo ahora está rodeado por el parque Itzimná con sus árboles impíos incapaces de penetrar la estructura del templo, vigilantes impotentes que sólo registran el paso del tiempo, cuya versión de la historia jamás será descifrada ni entendida por sentidos humanos pero que se enraíza directamente con nuestro acontecer.
El lugar resulta perfecto para salir a pasear tranquilamente, sentarse en alguna de sus bancas a charlar o a meditar un rato ¿o por qué no ambas?, la serenidad del ambiente lo amerita y sugiere con ímpetu y deleite, de cualquier forma ya sea sólo a acompañado se puede disfrutar fácilmente de la parsimonia de éste lugar.