Meh. Pizza es pizza. Fui con una amiga cuando recién había abierto y estábamos muy emocionados porque era la primera vez que íbamos ambos y se veía muy rico todo en su publicidad. Y así fue. Todo se veía delicioso, pero sólo en la publicidad. Llegó nuestra pizza y estaba toda delgadita y, como explicarles, seca. Nuestro primer pensamiento fue, bueno, seguro va a estar muy crujiente. Tampoco fue así el caso. El pan de la pizza estaba tan suave e insípido como una tortilla de harina. Así podemos describirlo: tortilla de harina gigante. Además, la salsa de tomate no sabía a nada y era escasa. Estaba tan seca la pizza que se nos gastó super rápido el refresco y tuvimos que pedir otro cada quien. Eso sí, el restaurante estaba precioso, súper bien ambientado, limpio, la música que ponían estaba muy buena. El servicio fue excelente, pero la pizza fue muy mala. Al final del caso lo terminamos disfrutando porque como bien dicen: pizza es pizza.