Sope Huach

Para los que no sepan que significa Huach, es un término utilizado en Yucatán para referirse a los foráneos, sobre todo a los chilangos, el origen de dicha palabra lo desconozco, pero bueno, ese es su uso.
El sope huach es de esos lugares no muy populares, que solo te encuentras cuando estás paseando por el oriente de la ciudad, sin embargo es un buen lugar para cenar, yo lo conocí por un amigo que además es mi vecino, hace ya bastantes años, sin embargo lo he frecuentado de cuando en cuando y su sabor y calidad siguen siendo los mismos.
¿Qué comida encuentras en este lugar? Pues como el nombre lo sugieres encuentras sopes, sin embargo también puedes disfrutar de flautas, quesadillas, huaraches, gorditas y demás antojitos que son característico del centro de país. La verdad es que si de sabor se trata pues este lugar está bastante bien, el lugar es abierto, pero techado, tiene varias mesas y el servicio es bastante bueno, lo único es que no tiene estacionamiento, sin embargo siempre hay donde estacionar en la cercanía y de noche la calle 59 no está tan transitada.
Este lugar es principalmente conocido por los habitantes de la zona oriente de la ciudad, así que si me lees y vives en otro lugar y andas por aquí, pues puedes aventurarte a probar algo en este lugar.
Jamás cambiaría a los antojitos Yucatecos, sin embargo éstos no están mal.

El sope huach es uno de los restaurantes con mayor antigüedad en la zona del oriente, inició como un pequeño puesto, hasta que se convirtió en lo que es hoy, un restaurante ya establecido y con gran espacio para poder disfrutar de una cena con los amigos, la familia o con tu pareja, pues el lugar es ideal para cualquier ocasión.
El lugar se caracteriza por sus sopes, los cuales podrás encontrar en muchas presentaciones, aunque claro, no es lo único que aquí puedes encontrar, pues también venden gorditas, flautas, huaraches, quesadillas y demás antojitos característicos del centro del país, si has tenido la oportunidad de estar por esos rumbos, sabes de lo que hablo.
De igual modo se encuentra decorado con mariachis, chinas poblanas y demás características del folklore mexicano, aquí puedes acompañar la cena con aguas de sabor, como horchata, jamaica o tamarindo, en caso de que no gustes de alguna de estas, puedes pedir alguna gaseosa, la desventaja del lugar es que no cuenta con servicio a domicilio, sin embargo vale la pena acudir hasta aquí a comer y disfrutar a un bajo costo.

Sope Huach.
Si bien no es un antojito regional es bien conocido entre los meridanos, al menos entre los que habitan en la zona oriente de la ciudad. El establecimiento lleva ya bastantes años y empezó como un pequeño puesto hasta conseguir un local de considerable tamaño para que nadie se quede parado esperando.
La comida es excelsa, si eres aficionado a este tipo de cocina entonces este es el lugar ideal para ti, personalmente me gusta pedir sopes de papa con chorizo y de carne asada. Vienen en dos presentaciones, la normal que es de un tamaño promedio como de 10 cm de diámetro y la grande que son como de 15 cm. En lo particular prefiero pedirme 3 normales, me da la idea de que estoy comiendo más.
El rango de precios es bastante justo, no gastas más de $ 100 por persona. La atención es bastante eficiente y nunca he tenido queja alguna del servicio.

Todos los días rumbo al trabajo cruzaba por este lugar y como era de mañana pues estaba cerrado, pero sólo de mirar su letrero se me antojaba llevarme de lunch un sope (que por cierto, quién los inventó…me fascinan!).
Después de semanas de la misma historia no me quedó de otra que trasladarme del poniente de la ciudad que es donde vivo hasta ahí (ubicado al oriente de Mérida).
Y para verme un poco guapa invité a mis padres a probar también, ya que a mi madre le encanta la comida chilanga. Nadie había escuchado de Sope Huach así que el chance que le dimos valió la pena.
Por alguna razón que desconozco yo me había hecho a la idea de que serían unos sopes tamaño familiar, de esos que con uno te llenas o máximo dos. Y cuando nos trajeron la orden pues la verdad es que no eran lo que esperaba de tamaño, digamos que son estándar… normalitos pues; pero su sabor en definitiva valió la pena el traslado de un punto de la ciudad a otro.
El precio accesible, lo único malo es que como buena yuca no aguanto el frío de 22 grados, y el lugar no está techado por lo que el titiriteo hizo que quisiera quitarme pronto de ahí.

El paraíso de la comida chilanga al oriente de la ciudad.
Bajando por una de las calles principales de Mérida hacia la zona este, encontrarás uno de los mejores restaurantes de comida típica del Distrito Federal en toda la ciudad. Y vaya que se toman en serio el origen de su comida, el sabor te hace recordar el sazón de la Ciudad de México a diferencia de las nuevas franquicias de quesadillas y gorditas que han tenido auge en últimos años. Este amplio local ofrece desde comidas como el pozole rojo, hasta antojitos como las gorditas de chicharrón. Abre de lunes a sábado por las noches a partir de las 6:00 pm por lo que solo se puede ir a cenar.
A mi gusto lo mejor son las flautas o tacos dorados y las gorditas de guisados, pero venden sopes, quesadillas, huaraches y tamales también. Tienen aguas tradicionales de horchata, Jamaica, tamarindo y limón, y también postres, que si después de haber comido te queda un espacio te recomiendo el flan napolitano, es delicioso.

Creo que desde que tengo uso de razón ha existido. Es una especie de lonchería con una extensa variedad de antojitos mexicanos clásicos de la capital. Ir al sope huach por un tamalito de mole, no existe, y digo eso porque el tamal es solo una entradita, ya estando ahí o te relajas y pides una quesadilla a la plancha de chicharrón prensado o te arrepentirás para siempre, ahora que si de plano tu hambre es atroz, pues no se hable más, pide un pozole rojo y olvídate del mundo.
Una peculiaridad de este lugar es que no tienen servicio a domicilio, y bueno quizá a veces eso me fastidia un poco porque no quiero moverme de mi hamaca, sin embargo puedes llamar y encargar lo que vas a querer, pasas a recogerlo y todos felices. El lugar es muy limpio, es amplio y de decoración modesta mexicana, chinas poblanas y mariachis hechos de foamy, zarapes en las paredes, y señoras preparando los manjares mexicanos, que a leguas se nota que no son yucatecas.
Entre las bebidas están las clásicas aguas de horchata, Jamaica, tamarindo, y también refresco embotellados, al final puedes pedir un flan, un queso napolitano o algún helado para rematar la comilona.
Nota: El sabor de los alimentos realmente te transportan a algún puesto de la capital del País.