Este lugar lo conocí casi sin buscarlo. De esas veces que exploras desenfrenadamente cómo matar el hambre con poco presupuesto. Y digo que fue casi sin buscarlo porque no llegué ahí por recomendación, sino porque la palabra«antojitos» me atrajo, y ya estando ahí mi estómago gruñó caprichoso cuando vi las órdenes servidas de otros antojadizos como yo. En ese entonces le di gusto a mi estómago con un pambazo que, para mi desgracia, ya no preparan pero sirvió para probar otras opciones del menú, entre quesadillas, sopes y tortas(la de milanesa es mi favorita). Por cierto, mi hija vota a favor de las hamburguesas que preparan y aunque tienen servicio a domicilio siempre vamos ahí para ver la carta completa. Además sirven desayunos en paquete y comida corrida que no he probado, pero ver que los oficinistas de la zona esperan pacientes una mesa, sin importar los muchos otros lugares para comer por ahí me basta para darle el visto bueno a este modesto pero antojadizo lugar.