Argentinísima

Un lugar muy recomendable de precios accesibles.
Si vas a argentinismo no te puedes perder el pollo deshuesado.

Está muy bien para el precio. Ambiente de fondita con muy buen sabor. Me gusta especialmente el pollo deshuesado. No le pongo 5 estrellas porque el lugar podría ser ligeramente más bonito y a veces hay que esperar para tener mesa. Si no te fijas en esos mínimos detalles, es excelente.

El pollo deshuesado relleno, qué locura. Es un platillo –creo– original y sí: buenísimo. Son pollos asados al carbón rellenos de espinacas, jamón y queso. Es para esos días que te quieres dar el lujo de comer algo más alto en calorías por lo tanto en sabor.
El espacio parece un comedor cualquiera, como muchos de los que hay en la zona que te sirven comida corrida. Es barato pero no falto de sabor.
Las sillas y mesas no son lo más cómodo pero creo que la Argentinísima se da a conocer por su comida. El lugar está frente al Centro Cultural Bella Época. Después de deambular por la librería puedes comer rico aquí.
Como la comida se realiza al carbón lo que no tienen es un sistema de extracción tan eficaz por lo que puedes sentir que te ahumas un poco.
Varias personas se llegan a quejar por la cantidad de restaurantes argentinos, sin embargo éste sí es recomendable por sus platillos y sabor. Además el servicio es bueno.

Este es otro gran descubrimiento para los argentinos, en especifico para los cordobeses. Los dueños llegaron a México en 1977 y pusieron este restaurante, con platillos típicos de Cordoba.
Yo he ido varias veces y me parece super rico, pero mi marido que es cordobés sintió mucha emoción el día que probó la comida, estaba emocionadisimo que había cosas que no puede comer seguido porque su mujer (digase yo) no tengo idea como se preparan…
El lugar como tal no es muy lindo que digamos, que tampoco significa que esta feo, es la típica fonda con la cocina ahi mismo por lo que de repente huele mucho a comida, sin embargo la atención es muy buena, llegas y te anotas en un pizarrón, evitando rollos de filas, y la gente generalmente va y come rápido, no es un lugar que se preste mucho a hacer sobre mesa.
La comida es MUY rica, entre mis favoritos esta el matahambre, que es un rollo de res relleno de pimiento, huevo y otras cosas muy rico, el pollo deshuesado también es buenísimo, la ensalada de papa y por supuesto un tradicional alfajor de dulce de leche y un flan para acabar.
Muy recomendado.
Por cierto, durante febrero y marzo (2014) no van a abrir los martes por que lo van a ir remodelando.

Sólo he ido dos veces, lo confieso. Y la experiencia fue agradable. De repente tenía el ambiente de una fondita pero con comensales diferentes a los que ahí luego van. El servicio fue un poco tardado, pero igual y fue porque tenía mucha hambre y vi que a una mesa del fondo era visitada por un plato con arrachera.
La impresión que tuve, en general, fue buena. Si no he regresado es porque actualmente el tiempo ya está dividido en varios compromisos. De hecho, ahora que lo pienso, iré este fin.

Recuerdo que desde hace mucho, cuando iba seguido al Centro Cultural Bella Época de la Condesa, supe de la existencia de Argentinísima, este restaurante de comida argentina, pero fue hasta hace pocos meses que pude conocerlo.
Precisamente un día que iba saliendo de la biblioteca, decidí pasar con un cuate y nos gustó el concepto de inicio: Tienes que llegar y anotarte en un pizarrón para que en cuanto se desocupe un lugar, te den una mesa. Cabe destacar que las veces que he ido siempre hay personas esperando afuera para entrar.
Las veces que he visitado este lugar he comido de todo un poco: bife, chorizo y empanadas. Estas últimas son de varios ingredientes como carne o elote, muy ricas ambas. Sin embargo lo que más me gusta de este lugar son las pascualinas, hechas de berros con queso, en forma de torta. Y de postre, lo que he comido es el alfajor, muy recomendable en verdad.
Lo que más me gusta de lugar, además de la exquisita sazón de los cocineros, es que los precios son muy económicos, sobre todo tomando en cuenta que las porciones que te sirven son muy buenas. Lo recomendable es llegar temprano, para alcanzar lugar y no esperar, pues el lugar el algo pequeño.

Este es un local de comida mexicana (comida corrida), y principalmente argentina, ubicada en la calle de Benjamín Hill esquina Tamaulipas, en la Colonia Hipódromo Condesa, y en la cual encontrarás a diario un menú diferente, así como el menú que tienen para pedir a la carta que también es variado, y más de comida argentina como por ejemplo: cortes de carne y empanadas, que por lo que he oído están buenísimas.
El lugar lo visitan principalmente los oficinistas de los alrededores y amas de casa quienes piden la comida para llevar. Eso sí, siempre está lleno por lo que te hacen esperar de cinco a 10 minutos como máximo para darte mesa, esto porque no es muy grande el local pero si bastante demandado.
En cuanto al costo en general de la comida sí es algo caro pero creo que lo vale, no aceptan tarjetas n tampoco cuentan con estacionamiento pero si buscas en los alrededores lo encontrarás sin contratiempos.

Este lugar fue el primer restaurante argentino en la colonia Condesa, por lo que es un clásico ya de esta zona. Si quieres probar la comida argentina como si estuvieras de vacaciones con una familia de la Pampa, este es el lugar.
De entrada lo podrás confundir con cualquier fonda de comida corrida mexicana, y es que podría decirse que en efecto, es una fonda, pero muy argentina. El lugar está abierto desde finales de los setentas y fue inaugurado por el matrimonio de Irma, proveniente de la región de Córdoba en Argentina, y de Jaime, un hombre de Oaxaca. Por lo que ya te podrás dar una idea de donde proviene la mezcla que tiene este espacio visualmente.
Tienen una carta con pocos platillos pero con la garantía de un sabor inigualable. Puedes encontrar perdiz, las clásicas empanadas de carne o choclo (elote), pascualina y de carne solo bife y chorizo. De postre el alfajor (no pidas el de maicena) hará de tu comida el círculo perfecto.
Con una sazón totalmente casera, en este restaurante lo importante es la comida no el lugar, la cual hará que no dejes de regresar una y otra vez.
Tienen un sistema para poder sentarte, el cual consiste en que nadie te ira a recibir a la puerta, tú tienes que entrar, saludar y anotarte en un pequeño pizarrón que se encuentra a un lado de la caja y en cuanto se libere una mesa ellos entonces te llamaran. Los precios para la calidad de la comida y la zona la verdad es que son de risa, comer aquí resulta exquisito y económico.
Recientemente me parece que los dueños desgraciadamente fallecieron y quien está al frente es su hija, sin embargo siguen manteniendo la calidad de sus platillos. Muy recomendable, yo adoro este sitio.