Una sex shop con algunas películas, muy poca lencería, unos cuantos lubricantes, y una enorme cantidad de dildos, flexibles o vibradores, colección que se complementa con juguetes anales. Además tienen paquetes para despedidas de soltera; moldes en forma de pene para hacer chocolates o pasteles, y con forma de senos. Por otro lado, tienen condones con empaques bastante originales. Cuentan con uno que otro modelo de vagina artificial y venden uno que otro artículo sadomasoquista. Al fondo hay un misterioso cuarto cuya entrada está detrás del mostrador, tapada por una cortina. Cuando visité la tienda asumí que es para ver películas o revistas, aunque no podría asegurarlo. Quien atiende es una señora ya entrada en años que parece no estar ahí.