No soy muy fan de los mariscos, porque para mí desgracia me ha pasado que me intoxico siempre. Pero en este lugar la verdad es que he comido y sin problema alguno. Las pescadillas me encantaron, me podría comer 100 sin problema, pero ahí les cuento como me iría. Además los fines de semana tienen bandas de rock y hasta karaōke, entonces si andas por esa zona de la ciudad y quieres un lugar, bueno, bonito y barato para trasnochar esta puede ser una muy buena opción. Tienen bar, así que puedes pedir tu bebida favorita, o ya así de simple una chelita para pasar el rato. Atendido por su dueño(Fernando) el trato es siempre de cuates y seguro que te la pasaras increíble. Y cuando vayas, pídele que toque la banda que más ha prendido el lugar, El Orgullo de Mamá, te aseguro que te harás fan de la banda.