Be Bops Diner

Excelente ambientación! honestamente tiene muy buen estilo de los 50, los carros/​mesas clásicos le dan un buen toque, su decoración aunque un poco obscuro, en las meseras podrías apreciar un poco de descortesía ya que al pedir hacían muecas o gestos de flojera, la orden tardo un poco (y eso que éramos poca gente en el restaurante) las hamburguesas no tienen nada de diferencia a unas de la calle l no digo que no estuvieran buenas, pero por lo que pagas creo que mereces más calidad las hamburguesas tienen un costo de 99 pesos cada una, lo único que le agregan son papas y bueno, no son muchas en las malteadas se llevan un 10 estuvieron deliciosas (Recomiendo la de rompope) las malteadas tienen un costo de 70 pesos, en el menú tiene variedad como hot dogs, entradas, baguels, hamburguesas, cervezas, etc, el lugar tiene servicio de valet parking, con un costo de 50 pesos, así que si te queda cerca es mejor ir caminando, le doy 3 estrellas por la falta de calidad de la comida y las meseras groseras

Excelente ambiente estilo años 50. Con grupos en vivo los fines de semana. La decoración del lugar y el atuendo de los empleados te hace retroceder en el tiempo. Los jueves hay promoción de hamburguesa Elvis por 80 pesos con refresco. Buena la comida

Pesimo! Pesimo! Pesimo! Lo unico bueno que puedo decir del lugar es que esta ambientado simpaticon. Fuera de eso, el servicio es terriblemente lento, a nadie le importa ni les interesa atenderte. Las meseras estan en su relajo, ligándose a los meseros, no te toman el pedido, y ya que te lo toman, gran error, tienes que esperar 40 minutos a que te lleven algo y si quiza ya te llevaron tu bebida, pues no puedes huir sin pagar.
La comida sin chiste y aprentemente la cocina no esta limpia, vimos una hormiga dandole vueltas al plato. La hamburguesa sabe a puesto de la calle. La ensalada no nos dio confianza. Pedimos unas alitas, nunca nos las llevaron y nos las incluyeron en la cuenta. Al menos la mesera tuvo la atención de descontarlas ya que le reclamanos.
En resumen, no vayan, y si estan cerca, mejor huyan lejos de ahi!

Con toda honestidad, no la pasé bien, no tuve un buen rato y no lo recomendaría.
Llegamos a Be Bops Diner porque la ambientación es excelente. El lugar parece genuinamente salido de los años 50, los coches-​mesas están padrísimos y las meseras y empleados en general están en personaje con vestidos de la época. La música es estupenda y en general los detalles están bien cuidados. El problema es que la ambientación no sustituye lo más importante: el servicio al cliente y la calidad de la comida.
Desde que llegamos hubo problemas. La mesera tardó mucho en tomar la orden y cuando llegó, traíà la orden mal. Lo peor de todo vino después. Habíamos pedido una jarra de cerveza de barril para la mesa y después de haber tomado un tarro, notamos que la jarra tenía basuritas en el fondo: puntitos blancos, como jabón o sal. Estas cosas pasan, es normal. Lo que no es normal y no estuvo bien fue la reacción de los empleados.
Le hicimos notar a la mesera la suciedad de la jarra y la mesera se la llevó al barista. El barista agarró una jarra nueva, la llenó a la mitad y la mesera la trajo a la mesa. Le agradecí el gesto a la mesera pero le dije que preferíamos reemplazar la jarra de cerveza con cervezas de botella. Esas sí vienen limpiecitas. Acto seguido llegó el barista, con actitud hostil y nos decía que sólo nos llenó la mitad de la jarra porque ya nos habíamos servido la otra mitad. Le dije que ese no era el problema y que preferíamos consumir botellas de cerveza. Dijo que no era posible y nos reemplazó los tarros que teníamos servidos con cerveza nueva, limpia. Obvio, nosotros quedamos incómodos y cada que bebíamos un trago, lo revisábamos.
Como dije, de cuando en cuando, estas cosas pasan en cualquier restaurante. Sin embargo, un buen restaurante atiende al comensal. En esta ocasión, lo sensato habría sido llevarse la jarra sucia, no cobrarla, pedir disculpas y traer lo que pedíamos.
Finalmente, debo agregar que la comida es normal. Ni bien, ni mal. El ambiente es excelente, la gente baila y es feliz. Pero eso no compensa el pésimo servicio ni una cocina intrascendente.

Venir un sábado en la noche es una mentad de madre. El lugar esta a reventar y no hay espacio para sentarse. Fila de espera de más de 30 minutos.
Hay un grupo tocando música de los ochentas q suena bastante bien, posteriormente llega un grupo que toca ska también suenan muy bien y la gente se anima bastante y están bailando continuamente.
Para que me trajeran una malteada se tardaron casi 1 hora.
Si quieres cenar no es opción, tal vez un dia no tan concurrido… La malteada de fresa es horrible, sabe a jarabe y extremadamente dulce. La de cookies n cream está muy rica.
Las meseras lentas y desatentas.
El lugar se llena muchísimo y no hay ventilación solamente tienen un ventilador en el techo en una esquina y uno donde está el bar fuera de eso no circule el aire.

Había pasado varias veces por este lugar, y por su decoración lo había juzgado mal. Pensaba que era otro lugar nuevo de esos pretenciosos de la Roma. Y la verdad estaba muy equivocado. El lugar es una replica del diner de la película Pulp Fiction. Hasta la musica es onda ochentera y noventera. Las meseras estas vestidas como pinups, la verdad muy buena onda.
Ahora lo mas importante, la comida. Pues si, las hamburguesas son muy buenas y buen tamaño, yo pedí la Elvis con mermelada de habanero, estaba riquísima. Solo las papas estan «meh», y el precio no es nada caro, a comparación de otros lugares, están al rededor de 80 pesos. Tambien tienen hotdogs y una variedad de malteadas.
El servicio es un poco lento, pero bueno no me puedo quejar, me gusto el lugar.

Para botanear pues si tienes antojo se comer rico… meeeh…este no es el lugar. Pero le pongo tres estrellas por el concepto y ambientación

Venir aquí es viajar al tiempo, me encanta venir porque disfruto comida rica y sobre todo un excelente ambiente.
Venir y pedir una hamburguesa acompañada de una malteada es simplemente delicioso, la atención nunca ha sido mala.

Bueno, bonito y barato! Un lugar temático de los años 50 con comida realmente deliciosa y económica. Un buen plus son las bandas en vivo, los autos viejos dentro del lugar y las clases de baile. Imperdible en la Roma-​Condesa :)

Me sorprendió que pese al concepto y ubicación no fuera un lugar taaaan caro como los de su tipo en la zona, pues aunque los precios no son los de cualquier hamburguesería de calle, ahí se van con los de cualquier establecimiento de cadena del tipo.
El concepto del lugar es muy claro, el servicio muy bueno y la comida más o menos.
La verdad es que esperaba más de las hamburguesas, pero éstas resultaron estar medianamente buenas; y más si sus precios rondan los 70 y 100 varos.
Las malteadas muy dulces pero cumplidoras y las papas muy ricas. En total te gastas entre 150 y 200 varitos por persona, dependiendo el tanquesito de cada quien.
Además de las malteadas y las hamburguesas, la carta se complementa de hot dogs, ensaladas, cortes de carne, cervezas y refrescos.
Si quieres echarte un buen rock and roll, aquí lo puedes hacer, pues el lugar cuenta con un pequeño espacio para que saques tu mejores pasos de baile.
La pasarás bien y comerás rico.

Esta es una fuente de sodas en donde la nostalgia retro simplemente prevalece. Desde que ingresas al enorme salón rojo, podrás mirar la parafernalia que decora las paredes: imágenes de chicas pin up, ídolos del rock and roll, entre otras curiosidades.
Pero lo que de verdad te gustará es su menú: hot dogs, malteadas, hamburguesas y papas, no hace falta ir más lejos para darte el placer de probar lo que hay en esta fuente de sodas que por fortuna no es tan cara como Barracuda, por ejemplo.
Además de todo el ambiente está de diez. Hay música rockabilly y algunas bandas tocan por la noche. La pasarás muy bien en este lugar, pues además puedes bailar rock and roll sí vas con buena compañía.

Muy buena variedad de comida, obviamente lo ideal es comer hamburguesas, papas y malteadas.
El servicio es medio lento cuando hay algo de gente, no me quiero imaginar cuando esté lleno.
Tienen una amplia variedad de chelas, vale la pena visitarlo, y no olvides tomarte una foto en el auto de la entrada porque todo está decorado al estilo de los 60.

¡No todos los lugares de la Roma son caros!
Hoy fue la despedida de una chica de la oficina y decidió ir a comer a este lugar. El sitio es muy grande y muy rojo, toda la onda de Elvis, en la entrada hay un coche muy viejito, está adaptado para comer ahí. Pura música de la época, todo muy increíble.
En la comida puedes encontrar hamburguesas, hot dogs, alitas, papas a la francesa, entre otras cosas, todo muy al estilo de Elvis, claro. La atención por las chicas es muy buena además de su atuendo muy de la época y un tanto coqueto. Los costos son sumamente accesibles, puedes pedir tu hamburguesa y te la dan con papas, el tamaño es grande, sí llena y sólo por $ 80 pesitos (depende del paquete, aunque la más cara es de $ 100). La chelas están en $ 30 ¡qué ganga!
Realmente vale la pena una comidita al estilo de Elvis.