No es padre tener tanta hambre y no encontrar una opción que te deje satisfecho. Pero caminando desde el metro Tezonco hacia mi casa, descubrí este pequeño buffett, donde la verdad, no me arrepiento de haber entrado. O sea, un lugar donde cada adulto paga 75 pesos y come lo que quiera, es demasiado bueno para ser verdad. Pero sí era verdad. No va a ser sencillo bajar todos esos kilitos de más provocados por las costillas en salsa agridulce, los rollos primavera, los camarones y pollos empanizados y los aritos de cebolla que me atasqué aquí. Pero sin embargo, es un buen lugar por si no tienen tanto presupuesto, pero quieren comer bien. Además de estar prácticamente saliendo del metro, es imposible no sentirse atraído por el aroma a comida deliciosa que este local despide.