Café El Jarocho

Me choca el café, me chocan los lugares que venden café, lo único que me gusta es el olor.
Gran sorpresa fue para mí probar una combinación de café y chocolate frío, te lo sirven como raspado, mi acompañante lo pidió en caliente, el sabor es una explosión al paladar muy rico, no dulce, no amargo; es preciso el sabor equilibrado.
Venden muchos productos y lo que más me llamó la atención fue el decorado, parece todo desordenado y da la impresión de estar desordenado; pero nada más lejano de la realidad, pues es el estilo del lugar: una bodega.
Si no conoces este lugar, no sabes de lo que te has perdido. Aprovecha tu vuelta por Coyoacán y visita este lugar con gran encanto.

El jarocho, para quienes lo conocen en el lugar donde se consigue uno de los chocolates calientes más ricos de su estílo, mucha gente termina no gustándole tanto por el hecho de que su café no es muy bueno, pero lo que hace al jarocho lo que és es su chocolate y no su café, por lo que es muy recomendable que si van a probarlo, NO pidan un café, hay muchos lugares al rededor con mucho mejores cafés

Siempre que voy a Coyoacán no puedo dejar de pasar por un café a El Jarocho, es ya toda una tradición. Me gusta el ritual de hacer la fila, esperar pacientemente a que te tomen el pedido, que casi siempre termina siendo un capuchino o un chocolate y acompaño mi bebida con una dona de nuez, mi favorita del mundo mundial.
Ya que llegas a la fila te tienes que decidir rápido y decir lo que quieres casi gritando porque están tan atareados que todo es «de rapidito» así como lo pides, te lo cobran y te lo sirven. Un detalle importante es que si no te gustan las bebidas súper calientes puedes pedirlo tibio, ya que si no lo haces lo sirven muy muy caliente. Para mí es perfecto, pero hay quienes salen con la lengua quemada.
Los precios son un aliciente más para ir a El Jarocho, es muy barato. Tienen algunas banquitas alrededor del local para sentarte a disfrutar de tu café, pero nunca se dan a basto, así que recomiendo pedirlo con tapa (que te cobran un peso más) y llevártelo para disfrutarlo en la plaza del centro de Coyoacán que está a una cuadra.
Sí vas a Coyoacán, es un imperdible. Hay una gran variedad de cafés, tes, panes y venden el café de grano por kilo.

Este café ya esta situado como uno de los favoritos de la gente, si te pasas por aquí en fin de semana tendrás que hacer una fila interminable para poder degustar tu café y posteriormente caminar para buscar una banca en el jardín donde tomártelo o simplemente irte del lugar porque no cuenta con mesas para poder quedarte a beberlo ahí.
Mis favoritos son los chocolatés y cafés en frappé de su maquinita, si tengo un antojo y no quiero hacer otra interminable fila en los churros como una dona de las de ahí, si bien nos son mis favoritas, saben bien y son un buen complemento.
Si corres con suerte puedes sentarte en las banquetas de fuera, en lo particular prefiero caminar y buscar sitio en el jardín o por la fuente de los coyotes, es un café de tradición que te recomiendo visitar.

Mi padre es un hombre de muchas manías y una de ellas es ir a este café todos los miercoles a la misma hora y sentarse en el mismo lugar. ¿Porqué eligió éste café en especial?, no lo se. Lo que sí se es que la calidad, como en todos los «Jarochos» es buena. Lo único que no me gusta de éste lugar, es que queman demasiado el café y lo vuelve muy amargo.
Los precios son bastante bajos, demás puedes pasar horas y horas platicando tranquilamente mientras tomas un café y ves pasar a la gente; una experiencia maravillosa.
Ésta cafetería es excelente para ir con una buena cantidad de amigos para platicar largo y tendido o con alguna novia para pasar un rato romántico.