Entradas, ensaladas, postres, platillos de todo tipo, vinos y bebidas es lo que puedes hallar en este modesto café. Cuando trabajaba por la zona de Mixcoac me gustaba ir a desayunar(molletes y café) a este lugar porque es pequeño(lo lugares espaciosos de dan una sensación de desatención), barato, casero y familiar. Nunca he visto que estén a reventar y siempre hay mesas disponibles, esa es otra de las cosas que me agrada porque suelo«engentarme» y me pongo de malas. La comida es buena mas no espectacular, es un negocio pequeño y la atención es rápida. Si no tiene ganas de cocinar puedes pedir para llevarla o a domicilio. A pesar de los conflictiva que es esa zona, este local esta algo apartado y hay mucha tranquilidad.