Café Internet El Cafecito

De veras lamento no tener fotos de este local. Realmente mereceríà la pena conservar su evidencia fotográfica. No sé si hay todavía otros ejemplares de esta especie, pero justo cuando yo empezaba a creer que se habían extinguido, me encontré con este café Internet. Es verdad que los «cybers» aún pululan por toda la Ciudad, pero, pese a que muchos siguen ostentando el nombre de «cibercafé», la mayoría de ellos ya no ofrece el servicio de cafetería, como fue al principio. Al principio (me acuerdo), cuando se pusieron de moda, estos lugares eran la sensación. Simplemente representaba una idea genial el hecho de llegar a un lugar donde pudieras rentar el servicio de Internet, pero al mismo tiempo pedir una bebida o algún alimento.
Pues bien, yo necesito decirles que hay todavía vestigios de ese boom cibercafetero, justo en el centro de nuestra ciudad. Este lugar conserva la bella tradición de ofrecer bebidas (cafés, frappés, etcétera) y servicio de Internet al mismo tiempo. Acondicionado en el interior de una construcción histórica, es una alternativa para el errante viajero que olvidó enviar un reporte por correo, o hacer su pago en línea, o imprimir su tarea, etcétera. Pero no sólo eso. También es un intermedio lúdico para el clásico citadino estresado, pues cuenta con una sala de juegos bastante cómoda: puedes arrojarte a cualquiera de los pufs que están a disposición del cliente y escoger una consola (X-​Box o PlayStation) y ponerte a jugar como niño.
Los equipos están en muy buenas condiciones, el servicio es amable, el lugar es ordenado, pero nada de eso importa tanto como la carga nostálgica noventera y la utilidad/​entretenimiento que este cibercafé nos ofrece.