Café Joselo

Algún día de viaje por Morelia Michoacán fui con mi prima por un famoso frapuchino del que hablaba maravillas. Efectivamente estaba delicioso. Platicando con los del lugar que no era de ahí me dijeron que tenían una sucursal en el parque de Polanco en la CDMX así que desde que era café Europa soy muy fan.
Como imaginaran el frapuchino es mi preferido del mundo mundial, tiene el concentrado justo de café y el dulzor ideal para no intervenir con el sabor del café y de la leche mezcladas con el hielo.
En este lugar hay nmil opciones más de cafés y todos son deliciosos. También hay galletas (que nunca he probado) y se por mis amigas que son muy ricas.
El servicio es eficiente y muy amable.

Un buen cafetín de poco ruido y muchas nueces y con ubicación privilegiada. Si eres adulto, un café de aquí (cualquier cosa es garantía) y si eres niñato una galleta o te pasas al Roxy deja de molestar. Ideal para la godiniza yuppie que trabaja por aquí entre semana y para los paseantes de fin. Precios amigables y una pequeña terracita en la parte de arriba por si quieres echar chisme ahí. Mi recomendación: cruzarte la calle y sentarte en el espejo de agua a ver pasar gente.

Pues nos dejaron el menú, y a ver el show callejero, porque no nos levantaron el pedido. Tendrá muy buenas opiniones, pero el servicio de lo peor. Pasaron 15 minutos y ni sus luces de las meseras. Tienen muchísimo que mejorar.

En el centro de Polanco, esta Josélo. Es definitivamente uno de los mejores cafés de toda la zona. Desde la terraza se puede tener un ambiente muy relajado y cómodo, aunque puede ser frío. Las mesas de la planta baja no son cómodas, a menos que quieras un café rápido. Si quieres platicar, la opción es arriba.

Si lo que quieres es beber buen café, éste es el lugar. En cualquier presentación, su sabor es buenísimo. Mis favoritos son: latte light y capuchino italiano frío, pero también tienen el mejor americano que haya probado. Sus bagels y cuernitos son muy ricos, y las galletas 5 o’clock que tienen a la venta sin muy buenas también. Prueba la de amaranto y chia. Recientemente agregaron al menú el famoso «matcha», muy bueno. A mi me gusta frío. Sus vasos, los cuales reproducen el tapiz del lugar, son su sello. Quien camina por Polanquito con un vaso de Joselo, se distingue por ser conocedor del buen café.

¡De mis lugares favoritos para tomar café! No voy a negar que muy seguido acabo en Starbucks o Cielito, pero no porque sea gran fan, sino porque encuentras uno en cada esquina. Y de lo bueno poco, por eso Joselo es una excelente opción.
La verdad es que para estar en pleno corazón de Polanco, sus precios son súper accesible, y aunque es pequeño, es perfecto para la tarde noche. Su terraza es un must o las mesitas afuera del local.
Su moka es delicioso, sus galletas con chispas de chocolate enamoran, y sus meseros son mega agradables y atentos.

Excellent coffee and great (fast and friendly) service. The place is packed, so the local regular crowd confirms my first-​time impressions. Have been here twice and I’m definitely going back!

Vale la pena la espera a la que nos someten si hacemos un pedido de café a domicilio entre semana por la mañana. Los antojitos que venden son pobretones y exagerados en precio; sin embargo, el bagel de pavo tiene lo suyo: es fresco y espanta-​hambre. El lugar es pequeño, pero agradable.
Nota: no llevan terminal si piden a domicilio.

Yo que siempre estoy en contra de los cafés sobreestimados y que no tienen una relación de precio-​calidad equilibrada, recomiendo ampliamente este pequeño cafecito de Polanco.
Cobran lo que vale una buena taza de café americano. Además el café es chiapaneco, lo que lo hace delicioso.
Ideal para sentarte a leer un buen libro y disfrutar la tarde.

Si eres amante del buen café, no te pierdas el Café Joselo ubicado en la zona de polanquito, junto a la nevería Roxy. Si caminas por la zona del parque con tu familia después de comer, recomiendo pedir un expreso doble cortado.
En mi propia experiencia considero mucho más cómoda la sección en la parte de arriba para disfrutar el café, ya que es una zona de mucho tránsito de personas y muchas veces con mucho ruido.
La vista del café da al parque y muchas veces puedes encontrar globeros vendiendo mercancía. En la parte de abajo se acepta entrar con carriola en caso de venir acompañado de niños pequeños, no olvides que a un lado de este lugar puedes encontrar las famosas donas Coronado que puedes disfrutar con tu café expreso.
Muchas veces es difícil estacionarse por la zona, pero si se logran estacionar en una calle paralela pueden caminar hasta el café, con el fin de pasear por el parque también.

Desde que se llamaba Café Europa yo soy fanática del este café ubicado en la esquina de Emilio Castelar y Julio Verne. No mucho ha cambiado excepto el nombre. Es un local muy pequeño. Abajo tiene alrededor de 4 mesitas pequeñas y unas pocas en el interior del piso de arriba y una pequeña terraza.
Puedo decir que el café es excelente, es un grano tostado proveniente de Chiapas. Para comer hay crepas, sándwiches, pan dulce y pastelitos.
Viendo a la calle puedes observar a las familias y personas que deciden pasar un día en el Parque Lincoln. A los niños jugando con los barquitos de control remoto en las fuentes, un desfile de perros y sus dueños y una carreola tras otra. Muchos de los clientes del café compran su bebida para unirse en este paseo. Podría decir que es el café más bonito de toda la zona.

Sobre la calle de Emilio Castelar, frente al parque Lincoln, está el que con seguridad es uno de los cafés más ricos de la zona: estamos hablando del corazón de Polanco, en donde no es difícil imaginar que una atmósfera en que se respira un alto nivel de vida exige muchas veces una elevada calidad y gusto en los productos que dentro de ella se habitúan, sobre todo tratándose de aquellos que saben que la calidad de vida y el disfrute se encuentran por encima del mero status y el solo snobismo (y no tengo nada contra ninguno de los dos).
En el café Joselo se puede, por veintidós pesos, comprar un vaso de tamaño regular de café americano, que es el que acostumbramos mi esposa y yo; y la nostalgia por un capuchino o incluso por un café con leche se desvanece. Por alguna extraña razón las medidas y modo de preparación del café se ajustan a estándares italianos, sin embargo el café, a decir de los empleados, es de origen chiapaneco. En cualquier caso, el americano es un café con cuerpo y sabor fuerte, que se agradece cuando uno se ha animado a abandonar el café soluble y a disfrutar los diversos sabores y aromas del café, ejercitando esa cualidad que se llama gusto. Tienen variados complementos de excelente calidad, y venden café por kilo
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En Polanquito hay muchos cafés, pero este siempre ha sido mi favorito. Es chiquito y podría pasar desapercibido si no estuviera tan bien ubicado enfrente del parque Lilcoln (a un lado de Roxy).
Su café es delicioso, si les gusta el café fuerte, pidan un americano y tómenlo solo. Si quieren algo más dulce, tienen jarabes de todos los sabores y saben preparar un buen capuchino o latte. Además, tienen frapuccino y no se dejen engañar porque sea de maquinita, es delicioso. Además tienen postres que aunque no son su especialidad, también son ricos.
Tienen mesitas afuera, ideales para sentarte y ver a la gente pasar, pero la terraza de arriba es ideal para platicar un rato o sentarte a leer. Aunque vayan namás de paso a comprar un café, vale la pena.