Café La Selva

Excelente servicio y calidad en el café. Escasean conexiones para el cargador de la computadora, aún así un buen lugar para trabajar

Es un buen lugar para desayunar, bastante cómodo, con comida rica, buenos precios, ambiente tranquilo y una buena atención. Fui con una amiga; ella comió enchiladas suizas y asegura que estuvieron deliciosas. Yo comí chilaquiles y no se quedaron atrás. La fruta era fresca al igual que el jugo. No hubo nada que me disgustara de este lugar. Los precios son los apropiados y vale la pena visitarlo.

Mi básico: un café. Si hay para elegir hasta la intensidad del sorbo ¡qué mejor! Y si algo aprecio de este lugar es la atención.
El local es pequeño y está algo escondido pero justo eso, junto con la vista hacia la pequeña glorieta que hace esquina en Amsterdam, lo hace aún más acogedor, a pesar de estar muy cerca de las transitadas Insurgentes y Nuevo León.
Así que, si buscan un buen servicio, un lugar tranquilo y variedad en café, no duden en visitar esta sucursal de La Selva.

Mis amigos viven en el edificio de arriba de este local. Cuando salgo después de una fuerte fiesta decido tomarme un café y desayunar ahí. Nunca está demasiado lleno, cosa que es bastante cómoda y el servicio es muy jovial. Tienen un ambiente casero y familiar que te hace sentir bien.
Enfrente está la glorieta de Iztacciuatl, entonces tienes una hermosa vista. En general es muy tranquilo, aunque si vas ya entrada la tarde sentirás mas lleno por que junto hay un whisky bar que empieza a poner música un poco mas fuerte y mucha gente comienza a fumar afuera probablemente junto a tu mesa.
Si tienes tiempo de ir antes de esta hora es lo mas recomendable.

¿Buscan un lugar para desayunar tranquilamente el fin de semana? ¿Quieren un lugar donde la multitud no les agobie y una bonita vista? Visiten el Café La Selva, frente a la glorieta de Ámsterdam e Iztaccíhuatl.
La recomendación es alguno de sus paquetes de desayuno, que incluyen café, jugo, fruta y el platillo que elijan, hay para escoger entre los clásicos de la mañana como los huevos al gusto, los molletes y por supuesto, los chilaquiles.
También es buena alternativa para el cafecito vespertino, y para acompañarlo les recomiendo las crepas. Otra cosa que me encanta aunque no tengo perrito que me ladre es que sus mesas en terraza son pet friendly.

De entre los diferentes establecimientos de esta cafetería tal vez el de la Condesa es el que me resulta más encantador, idóneo para tomar un buen café orgánico mientras se leen los periódicos que ahí mismo se prestan. Tiene una terraza muy agradable, justo frente a la Glorieta de Iztaccihuatl por donde cruza la bellísima Amsterdam.
En su sencillez el lugar es bueno para estar solo, tener una cita de trabajo o disfrutar con la pareja. Por un tiempo fue uno de mis rincones favoritos para sentarme a pensar cosas de la vida.
No me gusta por pretensiosa la analogía que se hace de la Condesa con respecto a barrios europeos, pero es cierto que tiene aires inspiradores y bohemios y en el caso de La Selva disfrutarlo no es necesariamente caro, si se aprovechan sus paquetes para desayunar o se pide una baguette. Hay otras cosas que sí me parecen desproporcionadas en precio, como los tamales chiapanecos.

La descripción perfecta de bueno bonito y barato le aplica perfectamente a La Selva Café, que es mejor conocido como «Café de la Selva». Cada quien tendrá el suyo pero mi platillo favorito son las enchiladas suizas, están verdaderamente deliciosas.
Es de esos lugares que valen la pena para toda la familia, de esos que lo que pidas esta espectacular. Los meseros son muy agradables y por lo regular se nota que tienen mucha experiencia.
Por supuesto que manejan un café excelente que viene directo desde la selva de Chiapas, acompañarlo con pan dulce no está de más.