Caldos D’ Leo

Excelente presentación de la comida y un sabor delicioso. Muy recomendado para familias (también para los crudos… por su gran selección de antojitos y caldos)

El típico restaurante para todo Godinez que trabaja en Polanco, si vas a las 14hrs prepárate para hacer una espera ya que es la mera hora en que todas las oficinas de alrededor salen a comer.
El lugar es muy amplio y cuenta con un ejército de meseros los cuales en el momento que te sientas ya te están atendiendo, algo que es sorprendente por la cantidad de gente que visita el lugar, yo estaba seguro que la atención y va a ser de mala a pésima pero fui gratamente sorprendido.
Los alimentos están muy bien de sabor, pedí un caldo creo que se llama especial en su versión pequeña y estaba bastante rico y lo acompañe con 2 flautas de pollo que estuvieron muy buenas.
Los caldos de pollo es lo que recomiendo aquí, acompáñalo con tortillas hechas a mano lo cual le da mucho más sabor a la comida.
En fin, buen lugar para comer y además tiene servicio de desayunos, no los he probado pero parece que está bueno.

La frase «bueno, bonito y razonable» aplica perfectamente para Caldos D’Leo.
Es un restaurant de mucho oficio en la cocina y en el servicio. El local es muy grande y no creo que tardes mucho en conseguir mesa. La atención es muy buena desde que llegas al local, todos los meseros conocen bien su menú, están atentos a tus pedidos y son amables. Magnífico, no?
El menú es mexicano, con una base en los caldos-​sopas, y recorriendo quesadillas, enchiladas, tacos, tortas e inclusive cortes de aves y carnes. Yo probé el caldo D’Leo (con todo) y una quesadilla de champiñones-​picadillo, y tenían buenas porciones y sabor, además de que los ingredientes estaban frescos y de buena calidad. De postre
pedí el tradicional flan napolitano con cajeta, y cumplió con creces.
Durante la comida los meseros te rellenan tu plato de sopa una vez que el líquido-​caldo se va terminando, y así se mantiene caliente hasta que te lo acabes. Como si estuvieras en tu casa.
Este restaurant me recordó mucho los del Charco de las Ranas (de tacos al pastor y comida mexicana, en México DF también), ya que el local es amplio-​limpio, tienen TVs para transmitir futbol y eventos, los alimentos tienen buenas porciones y son de buena calidad, y el equipo de atención-​meseros son muchos y atentos.
La única razón por la que no lo calificaría de 10 es porque los precios son un poco altos, pero nada fuera de lugar. Mi cuenta (por un caldo, 1 quesadilla, flan y 2 refrescos) fue de casi $ 300 (incluyendo propina).
La siguiente visita que haga será para desayunar. Ya les platicaré.

My mom and I went here solely based on Angie z.‘s tip after shopping and visiting the museum soumaya.
Not knowing what to get, we ordered their four course set for 138 pesos… which included salad, soup, entrée, dessert, and a drink. Wtf, right?
Think these specials change and can be found on the outer most menu flap. Heehee I said flap.
If you’re lunching on American time, you should be fine. But if you go past 2, expect to wait.

Llega la hora de comer y estás como león enjaulado, llega uno de tus compañeritos oficinistas y te propone ir a un lugar que es más lejano a los que acostumbras visitar. Mueres de habmbre, te lo quieres comer a él.
Te convence, toman un taxi que cruza rápidamente todo ejército. Llegas a una especie de fonda gigante y ves a muchas personas esperando — lo quieres matar.
Antes de cometer el asesinato los llaman, –su mesa está lista.
Ves la carta y se te hace agua la boca, todos los platillos se ven exquisitos, todos son mexicanos pero ves a tu al rededor y todo se ve delicioso.
Te decides por un caldo (ya que así se llama el lugar) te lo traen en 2 patadas, lo pediste con pechuguita de pollo y viene bien servido. El sabor es delicioso, casero.
Después pides una enmoladas y tu amigo una tostada acompañados con agua de jamaica.
Caldos d´leo no fallan

Tengo pocos ejemplos de excelencia. Caldos d’ Leo es uno, sin duda. ¿Y por qué excelencia y en qué? Bueno, la comida es excelente y consta de una amplia variedad de platillos de comida mexicana bastante típica con especial atención, desde luego, en los caldos de pollo. Puedes llegar a desayunar, comer o cenar, el enorme local puede albergar quizá a cien personas. Pero la excelencia no sólo está en el sabor de la comida, sazonada y presentada perfectamente, con todas sus guarniciones esplendorosas; sino que también la encontramos en el servicio. Meseros de la vieja escuela, que se ve que están cómodos con su trabajo y lo realizan con rigor y profesionalismo.
Caldos d’ Leo es como una máquina suiza bien aceitada, todos trabajan para uno y uno para todos, si alzas la mano los meseros d’ Leo, que sí tienen visión periférica, acuden con prontitud aunque no estés en «su» mesa, los precios son razonables y los caldos son excelsos, mi favorito es el silvestre. Si llegas a desayunar y pides unos de sus paquetes, de cajón, te regalan hot cakes.