Carpintería Arizmendi

El señor Arizmendi ya murió, pero dejó un negocio familiar que por años ha sido el de cabecera cada vez que se ofrece algún trabajo relacionado con carpintería y ebanistería en la casa.
Al menos un par de sillones fueron reparados por él, retapizó las sillas de nuestro comedor y remodeló una vieja sala que luego duró hasta que la vendimos.
El último trabajo que hizo para nosotros fue la oficina de mi mamá, que adaptó en un rincón del comedor según los requerimientos que ella marcó.
A excepción de las cocinas integrales, ahora su hijo le entra a todo tipo de reparaciones en muebles, puertas y tapicería, además restaura mobiliario antiguo, fabrica sobre diseño y hace trabajos de laca y barniz.
Como siempre, luego de la cotización, es el cliente quien decide. Es obvio que el trabajo de Arizmendi nos ha dejado satisfechos, de lo contrario desde hace mucho hubiésemos dejado desprolijos nuestros muebles hasta encontrar quien los reparara por un presupuesto justo y un trabajo de calidad.