Verdaderamente nunca entendí porque este lugar siempre esta llenísimo, la decoración me parece horrible, los tés son bastante malos y la contaminación de la calle siempre se cuela al local. Pero la gente parece vivir enamorada de los tés con bolitas de gelatina. Siempre que he ido me encuentro a chavitos saliendo para conocerse y romanceando. Supongo que parte del encanto de lugar es el mal gusto con el que esta decorado y, por supuesto, que ahora preparan narguiles.