Cendi Goratony

Si digo que mi hija nunca asistió a una guardería pensarán que no tengo experiencia para hablar de estos centros, pero sí. Resulta que mi vecina es sobrecargo y los vuelos constantes la obligan a salir a veces por la madrugada y regresar, si bien le va, el mismo día por la noche.
Obviamente, la opción para atender a su pequeño hijo fue una guardería ¿dónde entro yo? Pues funjo como persona responsable para recogerlo, de ahí mi entrada al mundo del Centro de Desarrollo Infantil Goratony.
Esta casa adaptada como guardería pública recibe a niños desde los 45 días de nacidos con estimulación temprana, hasta los tres años con actividades recreativas y de convivencia.
En cuanto a medidas de seguridad, este centro garantiza mantener a los niños en la mira, pero a los adultos también. No hay manera de que un menor salga sin la credencial, firma y huella dactilar que acredite a quien lo recoja.
Cada día exponen el menú para que los padres tengan conocimiento de él, y cada vez que un niño sale del centro la maestra explica las actividades del día, la respuesta del menor a las tareas, sus avances, su estado de ánimo, si comió o si tuvo algún altercado con sus compañeros, dando importancia a todos los detalles.
Este y otros pormenores me los dan cuando voy por el niño a la guardería, y lo disfruto ahora aunque no se trate de un hijo propio. Pronto llegará la edad escolar y esto quedará sólo como el recuerdo de ser una «mamá a ratitos».