Clínica 29 IMSS

Alguna vez fui a dar aquí por emergencia y la verdad es que fue todo un show.
Iba con cara de moribunda porque ya no podía más (yo y mis problemas del riñón del año pasado) tenía un dolor intenso que me tenía casi llorando y las enfermeras de la entrada me dijeron que tenía que esperar hasta que me llamaran. Para esto, había muchísima gente, entonces esperé como 2 horas para poder entrar, me hicieron unos estudios y tuve que esperar otra hora y media. Después me atendió un médico y me pasaron al área de sueros.
Las enfermeras eran muy frías y malencaradas, como si estuvieran enojadas y fueron algo toscas al momento de colocarme la aguja en la vena.
Al final, el medicamento que me aplicaron a través del suero me calmó el dolor, pero todo lo que pasé antes fue demasiado pesado. Ojalá se pudiera cambiar el sistema de este tipo de instituciones porque mientras estaba en la sala de espera, pude ver diferentes casos, sobre todo de personas mayores que se veían muy mal y aún así tenían que esperar horas para poder ser atendidos.

Esta clínica, como casi todas las del IMSS, está saturada de pacientes. No hace mucho tiempo ampliaron las instalaciones, pero no fue suficiente. Está clínica tiene servicio de Urgencia, ahí tampoco te salvarás de una larga espera, normalmente. Los fines de semana es cuando más se satura la Sala de Urgencias, también es cuando menos doctores hay.
La clínica 29 cuenta con servicio de hospitalización, sólo que tienes que estar alguien todo el tiempo con el paciente, no lo pueden dejar sólo, a diferencia de los hospitales particulares. También tienen servicio de consulta externa, puedes programar una cita y te la darán después de unos 3 o 4 meses, o puedes ir sin previa cita y esperar un promedio de 4 a 6 horas para que te atiendan. Tiene servicio de laboratorio y farmacia. En realidad es una buena opción, con buena infraestructura, si no fuera por la negligencia y apatía de muchos de los empleados sería una excelente institución. Además de la insensata burocracia que reina en el IMSS.

Creo que la mayoría de las personas hemos sufrido algún accidente, en mi caso, tuve que asistir a este lugar por la mordida de un perro, a quien yo creía un poco más tranquilo. Aunque la espera fue larga y cansada, fui atendido por un médico que pudo sacarme de toda duda y preocupación. El lugar regularmente está muy lleno y el personal podría ser un poco más amable y el servicio de emergencias es un poco lento (para ser emergencias); en embargo, nunca está por de más contar con la asistencia médica indicada. Aunque, por suerte, no he tenido necesidad de utilizar todos los servicios que ofrece este lugar, según tengo entendido tiene médicos especializados en varios campos de la medicina por si así lo requiere el paciente. Aunque hago hincapié que la calidad del servicio se pueda mejorar, es, creo yo, un gran recurso para quienes vivimos en el norte de la capital.