Es muy difícil hablar de un servicio público sin evitar demeritarlo. Es el referente de la familia. Para mal o para bien es el hospital que nos toca. Después de que se implementó el seguro popular noté que había más gente de la que antes estaba en su sala de espera. Por lo que. Si antes sus pasillos eran pequeños, ahora lo son más. Lo cierto es que a pesar de eso algunas veces la gente que trabaja ahí ves que hace su esfuerzo por salir adelante y atender lo mejor posible a los pacientes y enfermos. Lo mejor posible, solamente.