Cocina Conchita

Cuando vas a comer solo a veces te ignoran los meseros pero la comida fue deliciosa sobre todo el Maleficio. Si es recomendable para ir a comer mariscos frescos de ensenada. Amable el personal una vez que se dan cuenta que fuiste solo. Jajaja. Todo lo demás muy bien el ambiente la gente excelente.

De los mejores pescados y mariscos del DF, espectacular. Los ceviches, la tostada de pulpo, cualquier platillo con callo de hacha, todo increíble. No sé cómo consiguen un pescado de tanta calidad en DF, pero ellos tienen el mejor definitivamente. Ya he venido varias veces y nunca me cansaré de regresar y recomendarlo. Y el servicio excelente, buen sitio. Perfecto!

El lugar está decorado como Conasupo de los 70s sucursal zócalo de Acapulco: color pistache, adoquines chafillas, cuadritos «chistosos» con bordados de ondita incluidos; en conclusión, un lugar muy targeteado a un mercado meta que consiste en bandita salida de un casting de Big Brother edición un millón; chicas gritonas, dudes con chongo y tercer especimen de esos CEO/​CFO de Start-​ups tan de modita.
El menú está ok, pero lo que no tiene madre es que le mesero ofrezca las tostadas «fuera de menú» –Están ricas jóven, las piden mucho– y que no te advierta que no cuestan el doble, sino el triple de lo que cuestan las tostadas regulares en el menú.
Tengo una amiga que dice que pagar 1000 baros por un par de entradas, unas tostadas normales, un aguachile –bueno– y un par de refrescos de dieta está bien, pero a mi, les confieso, me parece un robo.
El lugar es ruidosísimo y el servicio es lento como la cuaresma –je… chiste engolado-​.
No se si regreso a este lugar.

Mientras caminábamos por Álvaro Obregón, nos topamos con este sitio, se nos antojo y decidimos probar la experiencia.
Nos sentamos y tardaron un ratón en que se acercara el mesero, pasadía como 10 minutos el mesero se nos acercó para preguntarnos únicamente si queríamos beber algo. Trajo las bebidas y se desapareció por otro rato.
Al cabo de este tiempo decidimos que ordenaríamos, los precios se me hicieron elevados pero juré que era por la buena calidad y atención del lugar.
Mientras esperábamos me di cuenta que la música Éder fondo era buena pero como de playlist de hace 2 años y con volumen alto lo que hacía que los comensales habláramos fuerte para escucharnos entre nosotros al platicar. Resultado? mucho ruido en el lugar
Al ordenar nos ofrecieron unas tostadas (con mariscos varios) que no estaban en el menú así que decidimos pedirlas junto con un aguachile, 2 tacos, 1 ceviche de camarón y los 2 refrescos que ya habíamos pedido.
La orden tardó años en llegar, tuvimos que pedir 4 veces (porque no los pelaron las 3 veces anteriores) más tostaditas para acompañar nuestros alimentos, la comida estaba buena pero hasta ahí, el servicio fue bastante deficiente pero lo peor de todo es que cuando llegó la cuenta vimos que del par de tostadas eran casi 400 varos. Si yo hubiera visto el precio en la carta y las pido me vale gorro lo que cuesten, lo que no se vale es que te ofrezcan platillos «que no están en el menú» y que cuando te llegue la cuenta sean s precio de oro.
El ambiente fresita-​forever pero eso sí «cuates» del dueño porque él se acercó a saludar a muchos en sus mesas y todos tenían algo que ver con el.
Le quitaré 1 estrella por el servicio lento, otra por el ruido excesivo del lugar y una más por los precios y la forma cínica de enjaretarte alimentos caros que no vienen en el menú.
No sé si vuelva pero si lo hago esperaré mucho, si sobrevive espero que el servicio mejore.

Couldn’t have been better! Incredible fresh seafood, amazing service, and cocktails that were unbelievable. Can’t wait to go back and send friends.