Encontré este lugar por casualidad, un sábado a las 7 de la noche que tenía un hambre feroz, para mi sorpresa es de esos lugares acogedores que te invitan a pasar, no tenía ganas de una comida rápida, sino de algo rico y no tan atascado, así que mi esposo y yo nos sentamos en aquel lugar. Tienen menús interesantes. El lugar me llamo la atención, porque es de esos negocios independientes, donde se te antoja sentarte a echar una chela o una copa de vino. Los jueves son de tapas, así que si quieres ir a un lugar a recordar el mood español de unas tapas y una copa de vino para el pre copeo semanal, este lugar aplica.