Crêperie de la Paix

Crepas en la calle de (Anatole) France: ¡No puede ser más francés!
Si hace falta alguna prueba de que en Polanco uno encuentra la gastronomía más refinada y deliciosa de la ciudad, la Crepería de la Paix («de la Paz» para los cuates) lo confirma con facilidad.
Para comenzar, prueba los rollitos de berenjena con queso de cabra y jitomate deshidratado, o una fabulosa sopa de cebolla. Después, una ensalada de arúgula con pera asada, queso parmesano y aderezo balsámico.
Tienes que pedir una de sus crepas por lo menos una vez en la vida: la de salmón ahumado con queso crema, la de espárragos con queso gruyère, la crepa de rajas poblanas, y sobre todo la de boloñesa, son mis favoritas.
Guarda espacio para los postres. ¿por qué no comer una crepa más, pero ahora dulce? Pide la de tres chocolates, la de nutella o la de blueberry con queso crema.
Ojo: tienen desayunos mexicanos.

Solamente había ido a la sucursal de la Condesa, la típica, pero si ya estamos en esto de confesarnos, debo admitir que está de Polanquito me atrapó.
Llegué tarde para cenar con unas amigas muy queridas a las que hace mucho no veía. Ellas ya me esperaban con una botella de vino. Se habían sentado en una de las mesas de adentro pero que dan casi a la puerta, y aunque hacía frío (era pleno diciembre) no se sentía.
Desde hacía tiempo traía antojo de risotto, así que sin perder tiempo consultando la medianamente variada carta elegí uno al que le añadían setas y hongos.
No me arrepentí. Fue jugoso, tierno y muy caliente, era como comer un caldo pero con una consistencia mucho mejor. Cuando tengo dulces sueños este risotto aparece en mi REM.
Rematé con un créeme brulee que compartí con una de mis amigas y bebí Orangina. Fue un día muy feliz.

Creperie de la Paix es un pequeño bistro francés en la zona de Polanquito. Un lugar un poco informal con un look de terraza parisina. Entre los manteles rojos y los posters retro te da la ambientación perfecta para una comida francesa en precios muy accesibles.
Para desayunar puedes encontrar lo típico, plato de fruta, huevos al gusto, omelettes, molletes, chilaquiles, etc. Es un excelente plan para pasar una mañana en una de las zonas más bonitas de la ciudad.
Cuando fui pedí la burrata y estaba delicioso. Hay una buena variedad de ensaladas y crepas que es la especialidad de la casa. Pero entre las especialidades se recomienda el fondue de queso gruyère, la sopa de cebolla, la hamburguesa Kobe y el magret de pato.
Los jueves, viernes y sábados puedes hacer reservación para las noches de jazz por solo $ 35 pesos de cover.

La atención de primer nivel, el restaurante bonito para una cena romántica o informal; puedes aprovechar que tienes el Parque de los Espejos a unos metros para pasear con tu pareja y bajar el atascón que te pusiste en la Crepería de la Paz.
De jueves a sábado hay un grupo de jazz bastante decente que toca en el lugar por lo que cobran un cover de $ 35 por persona (la banda no toca de «a grapa», ¿verdad?).
Las crepas dulces son deliciosas y el clericot es excelente. Acá el servicio y el sabor de los sagrados alimentos está muy por encima de su hermano condesero por lo que recomiendo ampliamente que vayan a darse una vuelta a Polanco.
El estacionamiento ya no es tan problemático por los parquímetros, sin embargo, los valet parking son un verdadero dolor de… así que tienes de dos: o lo dejas con ellos, o das unas vueltas en tu auto hasta que puedas ganarle el lugar a uno de estos personajes de chalequito verde.
Y ya que Marggy A. les dijo las bondades de pedir mesa adentro, yo prefiero estar afuera; la banda de jazz se escucha mejor y se puede fumar, además que no se vicia tanto por el ruido de los demás comensales. Bueno, depende de los gustos de cada quien.

Ubicada en la calle Anatole France, este restaurante nos brinda la esencia francesa que se convierte en una experiencia distinta y romántica. La crepa Blue Paris, Pasta Mediterránea y ensalada Orleans son sus platillos más recomendables; siempre es bueno complementar estos platillos con una margarita.
Las noches de jazz son un clásico de este ambiente y aún cuando tiene un cover de $ 35, vale la pena disfrutar de buena música, con un buen vino tinto. Recomiendo sentarse en la parte de adentro para evitar las molestias de los vendedores ambulantes de la zona.
Una vez que has probado las deliciosas crepas dulces, estarás pensando en ellas por mucho tiempo después. También recuerda que si pasas por la zona al pasear a tu mascota el restaurante tiene una sección para que éstos puedan hidratarse.