Creperie de la Paix

Un clásico de la Condesa, si lo que buscas es un bar tipo bistrot, con crespas dulces y saladas que te haga sentir en ambiente bohemio, este es tu lugar, las crepas no te desilusionarán, tampoco te volarán la cabeza, tal vez las dulces si jeje, sobretodo la de helado de yogurt y Jamaica, el crème brûlée está muy bien, acompaña tu experiencia con un vino caliente o un frappé lleno de azúcar si no tienes consideración por tu salud jeje

Pasta mediterranea deliciosa! La comida en general miy bien pero a veces el servicio les falla, por ejemplo un día se me pusieron al brinco por un error del mesero.

Hacía aaaños que no iba a la crepería de la paz! Ayer que fui, me pregunto por qué. Igual y es mi prejuicio hacia la comida francesa, que rara vez tiene opciones vegetarianas. Para mi suerte, las crepas son una de esas opciones y en este lugar hay varias con rellenos vegetarianos.
Aún así, hay varias opciones para los carnívoros empedernidos, así que es un buen lugar para todos, tienen entradas que incluyen fondue o alcachofa a la parrilla, sopas, pastas, ensaladas y por supuesto crepas con una gran variedad de rellenos. Probé la de 3 quesos: gruyére, mozarella y gouda, muuuy rellena y super rica. La de provolone tiene jitomate deshidratado en su relleno.
Los postres incluyen clásicos como la crème brûlée, crepas de rellenos dulces, la de chocolate blanco con frutos del bosque es super buena!
El precio de las crepas saladas es como $ 125 en promedio y $ 28 más si se piden gratinadas, el de las dulces es como de $ 70, por lo que si se quiere ir a comer postre y café es una buena opción.
El lugar cuenta con la mayoría de las mesas en la banqueta, pero en temporada de lluvias recomendaría pedir mesa adentro pues hasta en el techo de lona hay una que otra gotera.

Llegamos caminando porque se nos antojó la sopa de cebolla, nos sentamos adentro ya que estaba a punto de llover. Nos atendió muy amable el mesero. La música padre, un poco alto el volumen como para poder platicar y trabajar que era otra de las razones de juntarnos a comer, pero bueno, aparte de pedir una copa de tinto de la casa, un vaso de agua aromatizado con hierbabuena hidrataba la garganta. Si! Es de los pocos lugares en los que pides un vaso de agua y no te enjaretan la botellita, sino te consienten con agua fresca aromatizada.
Comí un sandwich de roast beef buenísimo, pan como campesino a la plancha con mantequilla, cebolla caramelizada, roast beef en su punto, jugoso y rebanado de la pieza (se ve que ahí lo cocieron y rebanaron, no de super), queso gruyère y un palillo con aceituna negra. El súper sandwich va acompañado de papas gajo que hubiera preferido fuera con una ensaladita. Pedí mostaza francesa aparte y uff el toque ideal para potencializar el sabor. El ambiente tranquilo, gente que se ve que eran comensales que iban a la hora de la comida del trabajo y no hicieron larga sobremesa.
Un clásico lugar de la Condesa con buen servicio y rica comida al que sin duda regreso.

Muy buen lugar para ir a cenar con tu novia en la condesa. Tranquilo, relajado y el ambiente es muy bueno.
El servicio depende el mesero que te toque, ahi unos muy buenos y otros regulares. Pero las crepas son deliciosas, en especial la de chocolate amargo.
Y si vas con amigos recomiendo que pidas un clericot que tambien es muy bueno.

Recuerdo que la primera vez que llegue a este lugar fue por azar, buscando donde desayunar lo encontré. Y fue extraño por que usualmente este lugar esta abarrotado de gente, pero ese día lo encontré casi vacío. El lugar no es enorme pero tiene una gran cantidad de mesas en la parte externa. El ambiente es agradable pero puede llegar a ser ruidoso, aún que la música que usualmente es jazz tiende a ser relajante. Las crepas obviamente son su especialidad! Pero también tienen platillos de estilo francés, para quien no guste de una crepa. En la mañana para el desayuno tienen pan que ellos mismos preparan, mi recomendación son los scones de arándano y los muffins de plátano. La verdad este se ha convertido en uno de mis lugares favoritos para desayunar en la condesa, sólo tiene un problema! Casi no hay postres que no sean crepas dulces! Pero he de admitir que quizá no haga falta que aumenten las opciones para postre pues las crepes son deliciosas. Definitivamente un lugar que hay que conocer.

¡Excelente lugar de crepas y de cocina francesa en general! Su menú no sólo incluye crepas en diversas y deliciosas recetas, sino platillos de carne, pollo y pescados, preparados cuidadosamente y de manera muy refinada.
Con su terraza es un rinconcito parisino en la colonia Condesa, justo en la cuchilla que forman Michoacán y Vicente Suárez.
El lugar es grande y precioso con una terraza al aire libre desde la que se puede disfrutar del bello entorno mientras disfrutas de su riqueza culinaria. Aquí podrás gozar de crepas de quesos finos, de espárragos, de pollo, de champiñones, todas en recetas muy finas y deliciosas.
El servicio es muy atento y la atmósfera de lo más exclusiva y relajada. Para reuniones con amigos y familias es ideal.
Hace tiempo llevé a mi padre a festejar su cumpleaños y nos pasamos un momento delicioso disfrutando de la comida, del ambiente y de la compañía; de esos momentos que atesoras toda la vida.
Aceptan tarjetas de crédito, valet parking, música, servicio para llevar.

Tal y como su nombre lo dice: «Creperie» ya es un referente a la hora de buscar un sitio especializado ahí encontrarás un menú de las tradicionales dulces y saladas.
Las crepas cumplen con su cometido pero lo que si les recomiendo es el: «Mousse de Chocolate Amargo con Frambuesas».
Su maravilloso sabor te hace olvidar lo poco acogedor que es este sitio en su interior, a pesar, de su bien lograda apariencia externa, que sin lugar a dudas, llena de colorido y enmarca la esquina de Michoacán y Vicente Suárez,
Con un espectacular y bien iluminado letrero de lámina color café obscuro que enmarca en tipografía color blanco el nombre del local.
Que a la vez se vuelve en un reto para aquel que pronuncie correctamente Creperie, de ello me percaté el primer día que tuve un encuentro verbal con un turista francés que me preguntó: ¿cómo llegar al restaurante?

¡Sin duda uno de mis restaurantes favoritos en la Condesa!
El lugar se encuentra en una de las concurridas esquinas de Michoacán, y aunque puedes escuchar todo el ruido del exterior, tiene una atmósfera especial… es un pequeño bistrot que te hace olvidar el tiempo y el lugar.
En lo particular, soy fan de las mesas en exteriores, ya que le da un aire más íntimo (a pesar de que las mesas están muy juntas).
Su menú es completamente afrancesado, por lo que no te asombres al ver el asado de cordero, la sopa de cebolla y el queso grouyere en la carta. Obviamente, como su nombre lo indica, su especialidad son las crepas. Las porciones son generosas y el precio es un poco elevado.
Mis favoritos: fondue, crepa de Nutella con plátano y fresa, crepa de tres chocolates, las manzanas horneadas con queso de cabra y nuez, su famoso vin chau (vino caliente, excelente para el frío), sopa de cebolla, clericot, crepa de jamón serrano.
OJO: Muchísimas personas se quejan un poco de lo tardado del servicio y de la mala actitud de los camareros, pero en todas las veces que yo he ido, sólo me ha conflictuado unas dos veces.

Cuando tenía 17 años, mis amigos y yo disfrutábamos de sentirnos «grandes» y salir a caminar por la Condesa y sentarnos en este lugar a disfrutar de una crepa. Evidentemente, la Condesa no era lo que es ahora y evidentemente mis amigos y yo íbamos con unos cuántos pesos, pero eso sí, con toda la actitud. Pedíamos una crepa de chocolate amargo rellena de frutas y tres capuchinos que compartíamos amistosamente.
Los años pasaron y este lugar ha crecido y mejorado positivamente. Hace no mucho reinventaron su carta y añadieron más platillos franceses que le dieron un nuevo aire y un toque más sofisticado al lugar.
Cuando voy a cenar no paso por alto la sopa de cebolla (de las mejores que he probado), el clericot es muy bueno y la ensalada de queso de cabra, nuez y aderezo de miel es mi mayor recomendación. Las crepas tanto dulces como saladas son su especialidad, pero los fondues y las pastas no están nada mal.

Francia es una delicia, pero estar tan lejos es una tortura. Hay que buscar lugares que nos recuerden esa magia, y sea quien haya sido el de la idea de este lugar, ha logrado obtener ese toque aun en esta ciudad.
Vinos, comida y ambiente a la francesa, es perfecto para ir acompañado, de noche la vibra es mejor, aunque incluso solo puedes ir, tomar una taza de café y leer un libro, no hay restricciones para la experiencia que quieras vivir en Crêperie de la Paix.
Cuentan con servicio de Valet Parking así que no hay pretextos de como llegar.
En realidad no existe ningún pretexto para no asistir, tal vez solo el llenarte de nostalgia y querer regresar a Francia lo más pronto posible. Hasta que eso ocurra la mejor idea es pasar un momento o momentos en este lugar, donde el servicio es el adecuado, y su ambiente a media luz perfecto para una cita.

Este lugar es super romántico (si vas por la noche) y es una buena opción si quieres un toque de crepas vino y Francia. El valor de consumo es medio elevado.
Ubicado en el mero meollo de la Calle Michoacán en la Condesa, aquí puedes encontrar a la gente condechi saboreando una deliciosa crepa salada (jamón, provolone, queso crema etc) o una crepa dulce (nutella, fresas, moras, kiwi, dulce de leche, vainilla, etc). En mi caso recomiendo también el fondue que sirven, acompañado de espárragos con queso parmesano y una copa de vino.
El servicio es bueno: no hay muchos meseros así que de repente se tardan un poco, pero nada del otro mundo. Si llegas a la mera hora pico vas a hacer un poco de fila, pero si tienes suerte encontrarás una mesa luego enseguida.
Como estas en la Condesa, hay una gran probabilidad de que lleguen personas a hacer conciertos en la calle, y este es un factor un poco incomodo, pero incontrolable y fuera de las manos del restaurante.

Asomándose a la vida nocturna sobre la avenida Michoacán encontramos una cuchilla con esencia un tanto art decó que se abre hacia la calle con techos rojos y un letrero café donde podemos leer el texto Creperie de la Paix, un tanto difícil de pronunciar pero con esencia francesa de principio a fin
Desde afuera luce pequeño pero al entrar nos damos cuenta de que optimizar el espacio rinde frutos, y de esta manera en cada esquina parejas de enamorados se dan cita para deleitarse con lo mejor de la comida parisina, teniendo como especialidad y como su propio nombre lo dice, crepas dulces y saladas rellenas de mil y un sabores provenientes de una cocina muy cercana a lo que podríamos llamar gourmet, con ingredientes de muy fina calidad, presentación y un gusto impecable en la preparación y cocción de cada uno de los platos
La sopa de cebolla al gratin y el filete de red con salsa de arándanos son las especialidades típicas de la comida francesa que podemos encontrar en este espacio culinario
La noche a la luz de velas, con buen vino, música de jazz y una atención sumamente cordial y profesional es el ambiente que experimentaras cada noche en este restaurante. El esmero en la atención es evidente en cada momento, y el conocimiento del menú y de cada plato, así como de los vinos por parte de los camareros te hace facilita el poder escoger dentro de la gran variedad de opciones con las que cuentan.