De la 7

No sé cuál sea el secreto del señor que atiende este pequeño puesto de hamburguesas, porque a pesar de que me parecen un poco costosas, el sabor nadie lo iguala, así que vale la pena pagar 30 pesos por una con queso.
El puestito se coloca todos los días desde las 6 de la tarde y se levanta cerca de las 11 de la noche, sólo vende hotdogs y hamburguesas, no hay refrescos, papas u otros complementos.
La carne de la las hamburguesas, que es la especialidad, es muy suave y con excelente sabor, pero no es asada, al carbón ni pre cocida, sino que se fríe con un poquito de mantequilla, como es una pieza delgada, se dora perfectamente por los dos lados y le ponen el queso para que se gratine.
Mientras tanto, el pan también se calienta en la misma plancha, así que el jugo de la carne y la mantequilla se le impregnan.
Ya que se calentó el pan, le pone la mayonesa, mostaza, catsup, chile, cebolla y jitomate, o pudes optar por quitar alguno de esos ingredientes, finalmente colocan la carne con el queso sobre el pan y la envuelven para comer ahí (de pie porque no hay bancos), llevar o llevar comiendo.
Sin duda es uno de los lugares favoritos para comer o cenar aquí en la Panamericana, desde hace años está en el mismo lugar y tal parece que el puesto que era la competencia, ya es parte del mismo negocio porque tienen el mismo distintivo y tipo de publicidad, se trata de otro carrito de hamburguesas, que está dos esquinas más adelante, así que sea el original o la sucursal, no dudes en probarlas, son muy, muy ricas.