No puedes decir que amas la carne si no has probado el puerco a la cubana: cortan a la mitad un cerdo y lo asan, como pollo rostisado, sobre leña. El puerco queda por horas dando vueltas con el calor vivo de la leña y es constantemente bañado con una receta de jugo de naranja y algunas cosas más. Seguro que estas pensando que el cerdo siempre sabe igual: como a carnitas; te garantizo que esta es una innovación al sabor del cerdo en una carne que queda suave y muy jugosa. Durante las vueltas se cocina en su propia grasa, luego cortan pedazos del animal y los cocinan en una plancha para garantizar que estén súper bien cocidos. Te los pueden servir en taco o por peso. Lo ideal es, por supuesto, acompañarlo de un mojito que ahí mismo preparan y comerlo en el piso de arriba, donde podrás disfrutar de una vista única de la ciudad. Tip: pide una«costrita» o un «huesito» para acompañar tu platillo, son deliciosos y ¡son cortesía!