El Chatarral

A lado de la vecindad de Perú 32, tiene su casa un personaje peculiar: el Barbas, ¿porqué le dicen el Barbas y que motivo éste tipo le dio a la gente para que los del barrio lo celebren como un personaje importante? En voz de algunos vecinos, algo sencillo; se enteró de que su mujer lo engañaba y se le hizo fácil saltarse por la azotea de la vecindad y verter dos galones de gasolina en su departamento y en medio de la madrugada prenderle fuego con su señora allá adentro. Ese fue un día de simple liberación pues enseguida cercó la esquina de Perú y Allende con objetos vario pintos: tinas, puertas, regaderas, tubos de desagüe, letreros (recuerdo uno que dice: EL ARTE ES PÚBLICO) restos de mosaicos, remolques de camiones. Comenzó a vender y comprar chatarra. Luego se encerró ahí, no volvió a ver a la señora quien huyó. Se llevó a vivir con él a su hija y le hizo un cuarto en un árbol. Vende marihuana si le caes bien pero generalmente es un buen anfitrión que cada fin de mes celebra un extraño rito con tambores al cual han llamado el Final de la Tierra, ¿en qué consiste este rito pagano celebrado después de la ingesta de peyote seco, efedrina disuelta en agua y MDA disuelto en mezcal y servido en cucharas de peltre? Pues el Barbas se encuera y hace abluciones a los invitados, se acercan a él sus pitonisas (mujeres jóvenes) y comienzan a quitarse ellas la ropa para terminar metiéndose en uno de los cuartos que al interior del Lote tomado el Barbas se ha encargado de acondicionar como dormitorio. La fiesta sigue afuera del dormitorio mientras transcurre la noche. No hay cobro pero si una sensación de irrealidad.
Por pura curiosidad le pregunte al calacas a quién adoraban. Me contestó: Al Mesías Bhagwan Shree Rajneesh, mejor conocido como Osho… Y solo solté una enorme carcajada que el Barbas recibió sin hacer un gesto, parece que no le causó ninguna gracia.

¿Tienes fierro viejo que vender? o ¿Ya no quieres tus plantas porque te vas a mudar, o necesitas que alguien las cuide?
El Chatarral es la mejor opción. Sitio único en la ciudad. Lo encontré por casualidad en las múltiples caminatas que hago por la zona centro. Aquí puedes vender «fierro viejo», tal cual lo dice el conocido anuncio callejero. También funciona como «asilo de plantas», cuando lo supe me pareció un servicio muy noble. Cuando las personas se mudan y deciden deshacerse de sus plantas por querer renovar o si ya no puedes cuidarlas y te vas de viaje o cambias de ciudad. Aquí te reciben tus plantas sin problema y sin costo alguno.
Puedes contactar por Facebook a la persona encargada, búscala como: Tlacuache Jimenez. Agrégala y pregunta por sus servicios.