Fue un sábado en la noche cuando mirando un montón de gente, me dio curiosidad acercarme. Unas grandes letras blancas: Made in Mexico. Ven agasajarte con unos huaraches y, como el título demuestra el huarache sabrosón, sí que lo son. Con un huevo revuelto o estrellado, acompáñalo con un buen tajo de bistec o un suculento salchichón con salsa verde o roja o si lo prefieres mitad y mitad. Es un pequeño puesto callejero que ha dado de qué hablar y saciar nuestro apetito feroz. Comer un buen sope ha sido el gusto de más de un buen mexicano y extranjero. La masa hecha sope con salsa verde, queso y cebolla es lo más rico de un antojo. Hay quiénes les encanta con algún otro ingrediente encima. Por ello de las salsas que están picosas, pide un agua de sabor que la preparan al instante: fresa, mango, sandía, piña, mi preferida guanabana. De hecho, estás mirando como integran la fruta a la licuadora con sus tenazas de plástico, mientras agregan cubos de hielo, el azúcar morena y agua de garrafón. Cuando lo vierten en el vaso y te entregan el agua…¡Deli-ciosa! También tienen quesadillas en su repertorio y gorditas de chicharrón. Es necesario que con una sola mordida puedas disfrutar el sabor que tienen. Se ponen todos los días a partir de las siete hasta la una de la mañana.