El Merendero

No me gustó. Mal servicio, para lo que pedimos fue mucho tiempo de espera. Las malteadas de chocolate sabían rancias. Los alimentos normales tirándole a malos. Eso sí el lugar está padrísimo ambientado en los 50’s.

Conocí este lugar hace poco más de un mes y me gustó mucho la experiencia: la hamburguesa NO es de las mejores que había probado (contra Smokey’s en San Ángel, La Burguesa o Butcher & Son, pues está bien, pero no increíble), sin embargo me gustó el lugar y la comida estaba bien, sobre todo las malteadas.
Hoy fui de nuevo, acompañada de otras cuatro personas. Pedí una hamburguesa «Zipolite»: carne rellena con queso oaxaca y supuestamente, con chile chipotle y cebolla asada. Fui MUY PUNTUAL en que no llevara mayonesa.
Entregaron los pedidos y di dos mordidas. Dos grandes problemas: la carne no iba rellena de nada (y creo que ni llevaba chile chipotle) y tenía mayonesa.
Se lo comenté al mesero. Me pidió la parte del pan donde teníà la mayonesa (en serio) y me dijo que me lo cambiaría. Tardaron muchísimo. Le hablé a otro mesero, me pidió mi hamburguesa y regresó y me entregó MI misma hamburguesa con un pan mini que usan para hamburguesas de niños. Me dijo que como ya la había mordido (ni siquiera llevaba dos mordidas) usaron mi carne para hacerme esa otra y le pusieron el queso encima.
No era queso oaxaca, no era lo que ordené, quería ver cómo sabía rellena la carne y lo peor: la hamburguesa venía OTRA VEZ con mayonesa.
Moría de hambre (ya todos mis compañeros habían acabado) y quité la tapa con mayonesa y al final, le volví a decir al mesero. Si bien siempre fue amable, culpó a los de la cocina y no hicieron nada por resolver el problema final. Jamás hicieron por tratar de compensarme en mi experiencia. Vamos, en cualquier otro lado me cambian la hamburguesa completa. No me molestó que usaran mi carne, me molestó mucho que no hicieran el mínimo esfuerzo por cumplir con su producto ofrecido.
Evidentemente perdieron una comensal (muy buena cliente, por cierto) y quienes me acompañaron tampoco quedaron con una mala experiencia.
Les juro, hay hamburgueserías mejores.

Los que vivimos por coyoacán, sabemos que la oferta de buenas hamburguesas, es reducida. El merendero ubicado en el corazón de coyoacán, definitivamente viene a cubrir este rubro con mucha solvencia. Con claras referencias a lo mexicano, el menú ofrece una variedad de hamburguesas deliciosas, desde las clásicas de carne de res, pasando por arrachera, cerdo, pollo, atún y la vegana de portobello. Recomiendo la clásica «Pedro infante» y la picosita «frida kalho». También puedes encontrar muchas más opciones en el menú en lo salado y dulce. Las malteadas son muy buenas también. El único pero que le pongo, es que las papas fritas son congeladas y sin ningún sello de la casa.

Un estilo muy particular, aunque éste no sea de mi agrado, debo mencionar que está bien logrado, no hay mucha variedad, pero sus especialidades están bien hechas.
Recomiendo: las hamburguesas, la malteada, tal vez el pastel de queso
No recomendado: Ensaladas, banana split
En cuanto al servicio, es lento y no muy bueno

En la penúltima cena de fin de año que tuve con mis amigos decidieron ir a cenar, algo leve. Nos habían recomendado ya en reiteradas ocasiones este lugar y hasta hace un par de días se nos hizo ir a visitarlo.
El Merendero se encuentra junto al mercado de comida que está en Coyoacán, un lugar muy setentero que está bien chido. Al llegar tuvimos que esperar un par de minutos pues había casa llena. Después de unos 15 o 20 minutos de espera por fin entramos, en el lugar puedes observar algunas pantallas en las que proyectan musicales tipo Vaselina y películas del tipo. Ponen música de la época, algunas en inglés, otras en español. He de confesar que cuando escuché a Enrique Guzmán me fascinó mucho más el lugar.
La comida. Uff, para la comida hay una gran variedad, si quieres ser gordito y disfrutar de la vida como yo, te recomiendo las hamburguesas, si eres flaquito y cuidas mucho tu imagen, hay ensaladas. Lo maravilloso de aquí es el nombre que le ponen a la comida, ¿cuándo te imaginabas pedir un TIn Tan o una muchacha alborotada o un Harley? En fin, es otra de las maravillas que ofrece el lugar, además de al variedad de comida, la forma en la que puedes pedirlos, finalmente nombres setenteros y de la épica.
La atención. Desde el principio hasta el final, la atención es de lujo, no hubo queja alguna.
Los precios. No está caro, pero tampoco vas a encontrar una hamburguesa de $ 30 pesos. Más o menos $ 150 por persona.
Un lugar muy acogedor para ir a platicar, a comer y a disfrutar de buena música.

Este fin de semana conocí este lugar, la verdad es que quiero regresar cada semana, pero no lo haré porque la carta no es tan amplia, pero lo que probé en esta ocasión me dejo muy contento y satisfecho.
El estilo que tiene este restaurante o «fuente de sodas», es muy ochentas o setentas, como película de Vaselina, algo que me atrapó desde la primera vez que pasé por este lugar, es un lugar diferente a todos los lugares hippies hipsters y fresas que hay en Coyoacán.
Es perfecto para venir con tus papas porque seguro recordarán mucho, el servicio fue bueno y en precio sino es el más barato, es más que justo.

En los últimos 5 años mi hermano se ha dedicado a restaurar un automóvil clásico. Por fuera luce hermoso pero en el interior es una avalancha de problemas, que cuando se acaba de reparar uno se avecina otro.
Bueno, más o menos así El Merendero.
Uno llega al lugar y todo luce bien, con un look a lo mediados del siglo pasado que llena el ojo e invita a entrar, mucho mejor logrado que otros sitios con las mismas intenciones retro.
Al momento de recibir la carta todo luce muy bien con una oferta sencilla pero acorde al concepto, comfort food que promete alegrar al paladar. El problema es que se queda en la mera promesa.
En una cocina que al parecer está muy ocupada se nota la decisión de tomar atajos que dañan lo que llega al comensal. Las papas fritas, pilares en este tipo de lugares, son las clásicas congeladas que se pueden conseguir en cualquier supermercado y no presentan algún atisbo de querer arreglarlas o darles un toque diferente. Las malteadas sufren al ser elaboradas con helado genérico del Costco, arribando a la mesa con una muy bonita presentación pero un sabor que se puede lograr en casa con una licuadora y tres minutos de ociosidad.
Por las hamburguesas mi opinión no es la más indicada, me dieron gusto al tener un sabor casi idéntico a las que hace mi señor padre y que eran un regalo divino en durante mi infancia (aunque un poco más secas) el sabor está ahí aunque se puede adivinar que la carne estuvo congeladísima.
Este lugar tiene potencial, la ubicación es privilegiada, marca una diferencia con otros establecimientos hippiebuenaondita de Coyoacán y tiene la oportunidad de mejorar y convertirse en un referente o quedarse para siempre en la dolorosa medianía tanto en el servicio como en los alimentos, volveré a comprobar su evolución.

Muy buenas las hamburguesas Pedro infante, el concepto de cafetería antigua te hace sentir especial… Ah los fines de semana abren temprano y hay paquetes de desayuno, súper ricos y súper abundantes, te faltará estómago para comértelo todo. Lo único malo es que el servicio es algo lento y si pides factura, nomás no te llega.

This place is really good. It’s a 50’s themed restaurant, that offers all sorts of hamburger-​hot dog-​milkshake goodness. The prices are not too steep, the food is delicious (with options for vegetarians), and the place is adorable.

Una opción Condechi y Rockabilly en mero Coyoacán. Yo lo identifico como el Barracuda de por acá. Un dinner que no es 24 horas pero que sirve hamburguesas, papas, club sandwich y helados, pie de manzana y malteadas. El lugar es bonito, el ambiente familiar (de lo que pasea por la plaza) y la estacionada difícil (como todo por acá). Si algo, le quitaré una estrella sólo porque deberían de cerrar más tarde desde mi punto de vista y porque el servicio es amabilísimo, pero derrepente chafea.

Desde fuera es inevitable no voltear a ver este lugar cuyo color azul es bastante atractivo, este local definitivamente resalta de los que están a su alrededor y es que, El Merendero, es un lugar que te transporta a los años cincuenta, dentro de las instalaciones de esta cafetería y fuente de sodas la música y las películas que se proyectan nos permiten viajar unas cinco décadas atrás.
Los cuadros en la pared y toda la decoración retro hace especial la estancia en este lugar. La carta es otro aspecto que se suma a toda la ambientación, pues los nombres de los platillos corresponden a títulos de libros, personajes y actores de la época.
Tal vez sea de los pocos lugares que ofrezcan hamburguesas de atún, y aunque no es de los únicos que ofrece hamburguesas vegetarianas, sí es de las mejores.
Un aspecto a destacar es la amabilidad de todos los meseros, y los precios que no son exorbitantes.

Decir Coyoacán es sinónimo de pasarla bien ya sea en familia o con tu pareja. Creo que es algo muy recomendable para los chilangos ir a este mítico lugar y visitar alguna de las muchas atracciones que ofrece.
Ahora les hablaré de «El Merendero», un lugar que de inmediato me atrapo. Es como volver en el tiempo y vivir en la época de nuestros padres. Sumamente vintage, el inmueble está decorado en su totalidad al estilo de los 50′ y 60’s puro rock & roll.
Claro que sus platillos tenían que tener nombres que hicieran referencia a esta gran época. Yo recomiendo mucho la hamburguesa «Cocodrilo» y acompañarla con una malteada de Amaretto. De hecho cualquier malteada que pidan será una gran elección, para mi son de lo mejor y que mejor si van con su chica y la toman a la vieja escuela con dos popotes.

Pasando por la calle de Higuera en Coyoacan, tienes la oportunidad de entrar a este lugar y sumergirte en otra época, lo primero que se me vino a la mente con ese estilo vintage fue Lalo Billy de los Rebel Cats, te preguntarás por qué, es que me parece un estilo muy rockabilly y después recordé la película de Vacelina, así que estás dos razones me motivaron a entrar.
Nada fuera de lo que me imagine, pues los platillos tiene nombres de personalidades de esa época, por ejemplo la hamburguesa «Tin Tan», el hot dog «Johnny Cash», el sandwich «Stan Lee» o la ensalada «Angelica María», las maltesas son deliciosas y el ambiente increíble, la decoración me encanto y es un lugar del que segur te enamoraras, así que debes visitarlo una sola vez para que te den ganas de regresar las veces que sean necesarias.

El concepto y la decoración de El Merendero son las verdaderos ganchos para asistir y vivir un poco de los años 60’s en la actualidad.
Desde que pasas por la a veces concurrida calle de Higuera, el color menta del lugar te atrapará y no podrás resistirte a entrar (al menos que te parezca cursi, claro).
Primero, las malteadas pueden mejorar mucho, se prometen espesas y no sólo no lo están, si no que se aguadan a los pocos minutos.
En cuanto a la comida, la sopa de cebolla «Brigitte Bardot» es buena aunque cara para la cantidad. El hot dog «Buddy Holly» es rico a secas y sería mejor echarle un ojo a las hamburguesas. La «Milagro Mexicano», de arrachera marinada en cerveza, promete.
El sitio de verdad es tan bonito como en las fotos, con buen servicio y también música agradable, además, cualquier pretexto es bueno para volver al centro de Coyoacán y darle una segunda, tercera o hasta cuarta oportunidad al sitio.

Tomar una malteada con dos popotes con tu novio o novia, justo en la fuente de sodas ahora es posible en El Merendero de Coyacán.
Una mañana pase con mi chico y me llamó la atención sus muebles al estilo los 50´s y sus colores pasteles que adornan todo el lugar. Al ofrecer desayuno, comida y merienda, el establecimiento estaba abierto desde las 9 de la mañana, ofreciendo desayunos completos que incluyen tu platillo, jugo o fruta y café a un precio muy accesible.
La carta, es la parte clave del lugar, pues a las malteadas se les dice «popotitos», los platillos tienen nombres de artistas que te recordarán esa década.
También te recomiendo la hamburguesa Acapulco, que está hecha con pan artesanal, lechuga, jitomate y un súper filete de atún sellado más papas, todo esto a sólo $ 99 pesos.