Sólo a pocas personas he conocido que hayan visitado éste lugar. Se necesita ser de mente muy abierta pero sobre todo se necesita tener valor para ir a este congal y ¿qué creen? ¡LOLOGRÉ! El establecimiento también funge como after. El bar se encuentra sobre Eje Central a unos cuantos pasos de Plaza Garibaldi. Aquella ocasión recuerdo que llegué como a las tres de la mañana, recuerdo que había cover de 25 pesos y te daban una chela(lo cual me fascinó, es chela), al subir unas pequeñas escaleras sientes todo el calor y es que a pesar de que no es un lugar muy bonito, siempre muy lleno. Al terminar de subir las escaleras, voltee para todos lados y veía de todo; hombres, mujeres, vestidas, transexuales, señores maduros, mujeres maduras, unas güeras, flacas en fin, era un mundo. Hay una pequeña pista de baile en la que sólo caben los que mejor bailan porque todos quieren robar pista y ser los mejores. Hay shows imitadores, Gloria Trevi, Amanda Miguel, la Leona Dormida entre otras, además del show de strippers que se desnudan por completo, por cierto. La chela realmente está muy barata, la verdad no sé si quedé fascinado con el lugar, no he vuelto desde hace tiempo, quizá reconsideraría una visita no muy lejana…
Carlos A.
Rating des Ortes: 4 Mexico City, México
Imposible describir esta sentina con un adjetivo corto. Noqueadora, lupanaria, fornecina. Se trata del congal más arrabalero del Centro, casi siempre apretado de personajes y carnaval trasnochado. En una cartulina fosforescente, en pleno Eje Central y a unos pasos de Garibaldi, este cuchitril ostenta un nombre encantador: El Wawis. O El Güagüis, pa’ los cuates. Quien conoce el significado y cruza la puerta de entrada es porque sabe a lo que se enfrenta. Abierto hasta las seis de la mañana, con show de strippers o musical de travestis, uno viene aquí sólo cuando no hay otro lugar abierto. Tugurio ya legendario, los hipsters lo visitan sólo para hacer turismo del perro mundo, antro-pología de la sordidez, para darse un baño de barrio que sirva como anécdota pintoresca en sus siguientes partys, tardeadas o lo que sea que hagan los chavos modernos de la capital. Luego regresarán a la cerveza artesanal y a las tiendas de diseño; no importa, El Wawis los sobrevivirá a todos, estoy seguro. Escondrijo en donde la cerveza es baratísima, las cumbias salvajes y un himno cada canción de Gloria Trevi, en el Wawis hay todo y de todo: pista de baile, globos de fiesta, sexo en vivo, reventados de la Roma, bailarines de Tepito, pleitos de borrachos y una cruda segura al despertar.