Las mejores empanadas del sur están adentro de la canasta de don Manuel y su esposa Lupita. Vienen de xochimilco, donde preparan estas delicias, en su propio horno. A veces se llevan a su hijo, quien se encarga de cobrar, ofrecer las empanadas y sacarte varias sonrisas si pláticas con él. Las empanadas son bastas, cómo de doce centímetros, hechas con pasta de hojaldre crujientita. Mi favorita es la hawaiana, es tan rica que nunca me da la oportunidad de probar otras, pero la carta es variada.