Estación 53

A este pequeño café llegué por recomendación de mi novia, que trabajaba a una cuadra, y me volví asiduo a él durante una época. Está casi enfrente de un Superama que está sobre la calle de Fernando Montes de Oca; es un local pequeño en el que predomina el color blanco, y su decoración es algo ecléctica y discreta; tiene sillas, mesas, y según recuerdo alguno que otro cómodo sillón. Está en una zona de la Colonia Condesa bastante tranquila, y más bien habitacional en contraste con la zona más comercial cercana a Michoacán y Nuevo León, por dar una referencia.
El café americano grande cuesta alrededor de los catorce pesos, y está delicioso; por alguna razón no ofrecen crema para el café americano. Probablemente es que el café americano, dicen, se debe tomar sin crema, y si uno quiere crema, lo más natural sería entonces pedir un latte. Yo no estoy de acuerdo, así que procuraba llevar mi crema en polvo.

Está pequeña cafetería nos dice Astrid la chica encargada su especialidad es el capucchino. El café es artesanal y es de Oaxaca. Su particularidad son sus mesitas. La frasada de color rojo que tiene en cada silla para cubrirte si tienes frío. Puedes acompañar el cafecito con algún panque o pastelito. Mientras hacer tu trabajo de escuela o estar en las redes sociales. Tienen internet. Es un estilo único con una máquina de escribir antigua, una cámara polaroid. Y, también venden almohadas, osos de peluche. El espacio y la decoración son minimalistas. Vale la pena darte una vuelta es muy acogedor. Si llevas ecobici es perfecto porque enfrente está la estación para estacionarte.