Como buen novio, en ocasiones, con tal de estar con tu amada eres capaz de muchas cosas inimaginables, como ir de compras con ella, salir con sus papás o estar con ella mientras le ponen uñas ¡Error! Aunque debo confesar que mi experiencia en este lugar, donde mi ex se ponía uñas para algún evento especial, no fue mala. Pasar el tiempo leyendo revistillas o escuchando la radio hicieron que las horas se me fueran volando. La verdad es que el resultado fue bueno. Debo admitir que las manos de mi entonces pareja quedaron muy padres, aunque yo haya salido mareado por el olor del material que usan. Las señoras que se encargan de hacer los trabajos son unas profesionales, dan un trato ameno y te hacen la plática para que no se te haga tedioso el tiempo en el que estás ahí. En ocasiones el sitio está saturado, por lo que es mejor que hagas una cita previa. El lugar es cómodo, tiene baño y televisión. Lo malo es que es muy pequeño y realmente el olor es molesto si no estás acostumbrado.