Fournier Rousseau

Este es uno de los lugares favoritos de mi novio y yo. El pastel de zanahoria es impresionante con el perfecto balance de dulce y ácido. Hoy probamos el cheesecake de fresa que también estuvo delicioso pero recomendaría quitarle los rabitos a las fresas.
El servicio definitivamente puede mejorar. Ha habido veces que tenemos casi que rogar que nos atiendan así que aguas con la atención al público chicos!

This is my go-​to place first thing in the morning for freshly baked bread and a cup of strong cortado. I always arrive 15 minutes to opening time but the bakers without fail let me in and have my indulgence.

Triste decepción!!!
Nada peor que tener un gran antojo de algo que te encanta y disfrutas mucho y que al probarlo no tenga nada que ver con lo que esperabas.
Eso me sucedió en esta visita, antojadísima de un delicioso pay de limón fui por uno, nada que ver con los pays anteriores, el relleno con poco sabor a limón, con desagradables grumos difíciles de disolver en la boca, el merengue arenoso, con el azúcar poco integrada… Muy decepcionada, le quito un par de estrellas que le había dado antes. Ojalá se pongan las pilas y regresen a lo que eran antes.

Es una pequeña panadería gourmet con pequeña fachada, pero gran sabor en su repostería.
Localizada enfrente del restaurant Kitchen6 de la colonia Roma, tiene un 2 – 3 mesas altas exteriores, y dentro del pequeño local tienen todos los hornos + aparatos, además de un mostrador y refrigerador.
Parece que la trufa de chocolate y el pie de limón son sus insignias. Probé también el pastel de zanahoria, y se me hizo bien (a secas).
No pedí café, pero el olor del mismo dentro del local era buenísimo, y tenían una maquina italiana gigantesca que parece hace buen café.
Si andas por la zona y quieres postrear, vale la pena.

De las mejores panaderías artesanales en la colonia. El lugar es pequeño por lo cual siempre pido para llevar de hecho me lo llevo aveces comiendo en el camino a casa.
Tienen baguettes de diferentes sabores, mi favorito sabor pesto. Estos nunca fallan para una buena comida o cena en casa.
Por otra parte los postres son muy buenos, la chocolatina con almendras es buenísima. También venden pasteles completos, por pedazo o tartas, recomiendo el de chocolate, zanahoria y el de pera.

No soy tan conocedor como los otros que han reseñado este lugar; así que sólo me limitaré a mi experiencia:
–efectivamente el chocolatín es riquísimo, pachón, ligero, ligeramente dulce y… calientito.
–también tienen otro pan que compite con el chocolatín que es como un polvorón con nuez o almendras espolvoreadas encima, pero ese no lo probé.
–como fui a la hora de la comida, no me quedó de otra que comer ahí –cosa que no tenía planeada– pero al final el croissant de jamón y queso, acompañado de un té negro no fue para nada mala opción.
El lugar es super agusto, cero te carrerean, los panaderos/​meseros son atentos y te recomiendan lo que tienen del día.
Cuenta muy amigable, es pet friendly porque está en la calle pero no tiene para estacionar bicis ni hay poste cerca, así que hay que estás con un ojo al pan y otro a la bici.

El pan muy rico, el lugar es acogedor, bonito y agradable. Buen lugar para un postre.

Este lugar es lo más parecido al amor… O bien a los pasteles de Mr. Gustave en Budapest Hotel.
Llegué por casualidad y motivada por el delicioso olor a pan, la experiencia no me defraudó y por supuesto que he seguido cayendo una y otra vez. La magia esta en que todo esta hecho al día, e incluso es muy probable que te toque el pan calientito… Hasta ahora estoy enamorada de los croissants y del pastel de chocolate, pero también las baguettes son bastante buenas.
Como todo lo que es así de bueno, no es barato. Sin embargo es un gran apapacho para cerrar o iniciar el día.
No le puse 5 estrellas porque las mesitas que tiene (2 en la parte de afuera) no son muy cómodas, más bien invitan a huir pronto y el pan amerita ser comido poco a poco con un buen café. Es ideal para llevar.

Llegué aquí ya que soy fiel seguidora de las reseñas de Carolina J. y pues si ella lo recomendaba, pintaba para ser un gran lugar.
En días pasados pasamos caminando frente al local y a pesar de estar cerrado el aroma a pan horneado fue delicioso.
Estas dos cosas bastaron para que por la mañana llegara tempranito a comprar panecillo dulce para desayunar en casa y bueno, era tan temprano (9:00am) que aun no habrían. Me fui a hacer algunas cosas y regresé una hora mas tarde. Pregunte que panes tenía y hay 2 tipos croissant y chocolatin con y sin almendras tostadas, me lleve de los 2 tipos de chocolatines y en verdad SON UNA DELICIA. Luego regresaré por alguno de los pasteles que venden.
En automático este sitio quedará en mi lista de favoritos.

Les voy a decir exactamente la razón por la cual Fournier Rousseau se merece sus 5 estrellas.
Imaginen están viviendo en China desde 10 años y extrañan, para que sea un efecto muy parecido, las tortillas de la esquina de su casa del DF.
Durante todos estos años, han buscado en Shanghai, en Beijing y en todos los lugares en donde los locales o sus amigos mexicanos viviendo allá les recomendaron ir, el sabor a casa.
Y finalmente, un día, después de cientos y cientos de intentos, prueban una tortilla, de un lugar llamado Gonzalez Ramirez y las nubes se abren dejando pasar un rayo de luz en su boca: el mismo sabor, la misma sensación, el mismo placer…
Fournier Rousseau tiene los mejores croissants y panes de chocolate del DF. Aquí encuentro mi rayo de luz parisino.

Si han estado leyendo mis reseñas, sabrán de mi búsqueda por el mejor chocolatín de la ciudad. Pues bien, creo que he encontrado mi favorito en este lugar.
Mantequilloso, pero sin llegar a un punto grasoso. Crujiente por fuera y suave por dentro. Chocolate oscuro (no me gusta cuando están rellenos de chocolate con leche porque empalaga muy rápido). Tamaño perfecto y precio decente. (Suspiro.) Creo que estoy enamorada.

Lo mejor en cuanto a repostería de alto nivel, realmente me enamoré de las truffas y los pequeños panquecitos rellenos de queso o fresa., las galletas también son una especialidad de este lugar, de hecho son las más pedidas, y acompañadas de un café de moka son lo mejor para esas tardes después de la comida, como un tentempié, o si vas a celebrar algo pequeño realmente conviene probar las variedades de pan artesanal salado, hay de rajas poblanas, de zanahoria, de queso etc…, y lo mejor es que no utilizan ningún saborizante artificial.
En definitiva es un lugar que recomiendo totalmente, el precio que pagas por estas delicias es lo mejor, sobretodo si lo haces en compañía de tu familia o seres queridos, el lugar es ideal para ir con tu pareja y disfrutar de un buen bizcocho sin necesidad de gastar demasiado.

El lugar curioso del toldo blanco con negro, aquel de paredes verdes congrega a varias personas que apenas caben en el local. Y la razón es sencilla: los pasteles, galletas y trufas de Fournier Rousseau.
Con dos únicas mesas afuera y una vitrina repleta de pasteles, flanes y pays dentro. La pastelería y repostería de Fournier satisface ese gusto culposo o postre después de la comida.
Probé unos panquesitos (oh my butter) rellenos de frambuesa. Una delicia. Tienen algunas bebidas que ofrecerte como vino, té o café para acompañar el postre. No todos su productos son dulces también tiene pan salado recién hecho. El favorito de mi rumi es el de zanahoria, pero las posibilidades son varias. Es el lugar ideal en la Roma para darse el postre.

Es un local decorado al estilo de las típicas pastelerías parisinas, desde la calle a través de la ventana se puede ver cómo se están preparando los productos, la fachada es de madera color verde menta, un techo con franjas negras con blanco y un par de mesas en la banqueta. Además de una linda decoración, ofrecen pasteles artesanales con ingredientes naturales sin saborizantes ni conservadores artificiales.
Aunque definitivamente su fuerte son los pasteles y las tartas, también hornean diariamente baguettes, croissants y algunos otros panes salados, pero si visitas este lugar, probablemente estás en busca de una rebanada de pastel o algo más dulce.
Si vas con un poco de tiempo, puedes elegir alguna de las posibilidades de la vitrina, de chocolate, limón, zanahoria, pera… acompañarlo con una taza de café y disfrutarlo en alguna de las mesitasexteriores, si es que hay disponibles.

Mi antojo preferido de esta repostería artesanal es el pastel de pera, realmente se lo recomiendo es una combinación de pan recién horneado con trozos de fruta fresca.
Otra opción deliciosa es es pastel de zanahoria con el sabor de nuez es un trozo de delicia, mientras disfruto con un buen café de grano recién hecho en las mesitas que tienen en la entrada.
El lugar es delicado, pequeño sin embargo su plus es la repostería. Allí mismo tienen sus hornos. Las chicas que atienden son muy agradables hasta te saludan en italiano.
No dejo de ir por un pastel de manzana es nuestro preferido. Aquí halagan los sentidos. Son dulces, deliciosos.

Me encanta por lo pequeñita linda y francesa que es. Tienen pasteles deliciosos de distintos precios y un capuchino que gustaría a muchos, no que lo hagan con algún toque especial pero me atrevo a decir que lo hacen con mucho cariño. Cuando fui me dieron a probar rosca de reyes, no me pareció la más rica pero no es en lo absoluto mala, su fuerte es el pan, además de los pasteles, tienen unos chocolatines deliciosos para acompañar tu café de la tarde o de la mañana. Tienen distintos tipo de café, no sólo capuchino ni americano, hay latte que seguramente también les queda muy bien. Es una discreta cafetería con mesas en la calle de color verde muy acogedor. Si estás algún día por Álvaro Obregón, no dejes de pasar por un café y un pan, si vas con la idea de pedirlo para llevar puede ser que cuando veas el lugar prefieras quedarte, si vas sólo un libro puede hacerle la tarde o mañana mucho más agradable.
Sólo como dato, no es cualquier repostería, es una cálida repostería artesanal.

Uno de los antojos más recurrentes que tengo es tomar un café acompañado de un pan. Cafeterías hay por todas partes, desde la cadena más famosa que hay en la ciudad en este momento, hasta algún cafetín agradable en algún lugar perdido de la ciudad. El problema, yo creo, es conseguir un pan que valga la pena. Muchas de las panaderías que existen en la ciudad, no tienen buenos productos, saben acartonados o la azúcar puede ser extraña. Comprar pastelitos o demás panes de bolsita no siempre es bueno, a veces se necesita de algo más, algo diferente. Es por eso que nada como un pan «artesanal» y para tenerlo, nada como Fournier Rousseau. Una pequeña panadería en la calle de Córdoba casi esquina con Álvaro Obregón, ésta tiene una amplia variedad de panes caseros e incluso pasteles y si quieren degustar una bebida caliente, sí, también venden café.
Cuando deseo algún pan delicioso y estoy por el rumbo, nunca dudo en pasar a Fournier Rousseau para comer algo dulce –sin ser empalagoso – , acompañado de una bebida que regrese el calor al cuerpo –sobre todo estos días que el frío nos está gobernando.
Y también, ¿por qué no?, si sólo se me antoja comprar algo para después llegar a mi casa y prepararme yo mismo un café, el chocolatín siempre es la mejor opción.