Garko

Un excelente lugar para salir de la rutina de las cadenas de cafés que tenemos en esta ciudad (Aunque sea fan de ella jeje). Tengo que reconocer que me gusto bastante ya que no es una vil cafetería si no tiene toda una propuesta cultural muy padre ya que además del servicio de café, son panadería, restaurante, galería y espacio para diferentes exposiciones y talleres. Incluso está bastante involucrado en la cuestión ambientalista y movimiento libre de carne. Cuenta con varias opciones dependiendo del antojo y es un excelente espacio desde para poder estar uno solo disfrutando el momento hasta con compañía o en grupo. Cuenta con varios libros y juegos que puedes usar mientras estás ahí lo cual lo hace excelente desde mi forma de ver para una convivencia rica y sana. Incluso en la parte de afuera del lugar puedes encontrar que se tiene el espacio para poder dejar a tu mascota. Vale la pena conocer las diferentes promociones que ofrece de comida y en definitiva volvería a ir.

Llegue aquí de pura casualidad, ya había comido y solo pedí un café. Siento que este lugar te transporta, está entre metrobus Olivo y Francia, dentro de un sector godinez; a pesar de lo anterior, te sientes relajado, lleno de fotos, collages etc. El café estaba riquísimo, sabor fuerte pero sin dejarte temblando, música suave, no mucho ruido. Muy buen lugar que te hace sentir alejada del bullicio de insurgentes. En cuanto a precios son normales, no muy barato pero tampoco están dentro de lo caro.

Muy recomendable, buen menú, lugar amplio y muy agradable, buenos precios… vale mucho la pena para platicar con amigos, reunión de trabajo o simplemente leer mientras tomas una buena bebida.

Came here with a few friends to finish up the last half of my work day on a Friday and boy, did I fall in love. The décor is beautiful and for every designerd out there, there is something in every corner, wall, facet of this place to make you fall in love.
Got to try a sip of the Mexican Hot Chocolate from my friend and it was delectable.
I’m heading back here whenever I’m back in Mexico City!

Es un lugar con mucha personalidad. Los platillos son de gran calidad y las bebidas son deliciosas. Por lo general tiene exposiciones de pintura y fotografía.
El plus es la creatividad que imprimen con la decoración.

Con una amplia oferta de comida, garko se aleja de ser una simple cafetería. En este lugar encontrarás más que un chai o un frappuccino de sabor, aquí –además de café y té– hay excelente comida y un ambiente relajado en donde podrás sentirte cómodo para leer, trabajar o platicar.
Otra de las ventajas de este lugar es que los ingredientes con los que preparan los alimentos son frescos y de temporada –les recomiendo los smoothies con yogurt y frutas– además de las ensaladas y los tacos de camarón empanizado con aderezo de chile habanero -¡aguas!, porque si eres bueno para el picante no habrá problema con la cantidad, si no, modérate-​.
Además de su oferta gastronómica este sitio funge como galería y taller para impartir cursos de encuadernación, teatro y grabado.
Después de esta breve descripción creo que garko café hace honor a su slogan: «encuentro, sabor y cultura».

Esta cafetería que además es galería, y en ocasiones sirve de recinto para presentaciones de libros me encanta. Es sumamente tranquilo para una buena charla y para probar sus chapatas, que van desde las básicas, con salami o jamón, hasta las de arrachera con guacamole para que no te quedes con hambre.
Puede ser un lugar ideal si es que buscas dónde trabajar a gusto, y además puedes distraerte leyendo las frases que encontrarás por todo el lugar, desde en las paredes hasta en los floreros.
Algo súper rico que puedes probar aquí son los chocolates Yabü, los cuales son artesanales, y elaborados en combinaciones que no podrías imaginar, pero que están de diez. Por ejemplo, hay unos de piña enchilada que te dejarán picado, o unos increíbles con maracuyá que al menos yo no puedo dejar de comer.
Algo súper lindo es que se preocupan por los animales, así que si llevas a tu perro, afuera tienen un tapetito para que se recueste, un juguetito para distraerse y agüita para que se hidrate.

Me encanta visitar este lugar porque está muy padre, la decoración es muy buena y te hacen sentir como en casa, además que la atención es muy buena y no tardan mucho en tus alimentos.
Me gusta como se preocupan por sus alrededores y ponen bolsitas en la calle para las heces de los perros, comida y agua para esos peludos que pasan por ahí, igual es un detalle muy chido por parte del lugar.
La comida es un tanto promedio, no te sirven espectacularmente y el sabor no es el mejor de la zona pero sí se esfuerzan por hacerlo, aunque comparado con el precio deja un poquitín qué desear.
No tienen estacionamiento y tampoco un menú tan variado pero de vez en cuando, cuando quieres algo más saludable es excelente opción para acudir al lugar, por cierto, también estaría bueno que pusieran servicio a domicilio para los que no podemos salir todos los días por comida. Tampoco es un lugar para ir a cotorrear con los amigos, es más bien de entrada por salida, a comer únicamente.