Qué puedo decir de la escuela en la que transcurrió mi niñez y pubertad. Antes de echarme a perder, este colegio me dotó de una formación sería y humanista. Le ponía empeño al estudio y los profesores lo reconocían. A fin de año escolar, además de tu dinero de la cooperativa; de la foto grupal; de las ceremonias y todo eso, te daban muchos diplomas; hasta la fecha creo que es una buena forma de estimular a un morrito a aplicarse en la escuela. La formación era completa(había miniolimpiadas y toda la cosa), incluía una clase de catequesis a la semana(de orden lasallista), una de música y una de dibujo, además de inglés y educación física. Gracias a dios, el colegio ahora es mixto, porque cuando yo curse por sus pasillos, sólo veías niños tan desesperados como yo.