Las garnachas favoritas de la colonia, o por lo menos las mías, han estado ahi desde hace muchos años ya y la señora Juanita era la que hacia las garnachas, ahora su hija las hace y siguen igual de buenas. Hay de todas las garnachas grasosas, crujientes pambazos, flautas, tostadas, sopes, tamales y hasta atole. Los sábados y domingos se puede saborear un rico y generoso pozole rojo. Si piden su garnacha asegúrense que le pongan guacamole, no a todas les ponen, como los pambazos, sin duda es el mejor guacamole que haya probado, pero aguas con la salsa verde, a menos que le entren duro al chile…